Cuando la barba de Abul Mia comenzó a blanquearse hace dos años, este comerciante de un mercado de verduras de Daca, se sumó a la tendencia del momento: teñírsela de naranja usando henna.
“Me encanta. Mi familia dice que parezco más joven y más guapo”, confiesa a la AFP este trabajador de Bangladés de 60 años, con un vello ahora resplandeciente.
Color naranja, azafrán o pomelo, ahora es casi imposible caminar por la calle de la capital bangladesí sin cruzarse con hombres mayores con barbas que parecen llamas de fuego. Teñida con henna, mezcla tradicional usada en Asia del Sur, la barba naranja es un fenómeno entre moda y símbolo religioso.
