Al hablar del bollo de La Chorrera, aunque lleva el mismo ingrediente insigne del chicheme; es decir, el indispensable maíz pilado, la historia de su preparación es otra.
Tanto el chicheme como los bollos entran en el renglón de las bebidas y bocados más tradicionales del país y cuando se habla de ellos uno enseguida piensa en el lado oeste de Panamá.
Lo recomendable es que el maíz se debe cocinar y llevar a un punto en donde no esté tan duro porque si no queda con afrecho, recomienda Gloria Sánchez, de la refresquería El Chorro.
El cocimiento del maíz depende de la cantidad que se va a usar; unas 50 libras pueden tomar unas 3 horas de preparación, explica por su parte Masiel Borsani, de Bollos Chorreranos, quienes tienen más de 70 años en este negocio como una herencia de los abuelos de su esposo.
Una vez cocido se muele, en su caso particular, por la gran cantidad de maíz que usa, se utiliza una potente máquina de moler con motor.
Cuando está listo se procede a la operación de amasar, tallar y envolver, que es una de las partes más complicadas y laboriosas porque es un trabajo fuerte, considera Masiel Borsani.
El siguiente paso es sal y más cocimiento, más o menos por unos 45 minutos. El trabajo total dura unas 8 horas, enumera Borsani.
Este procedimiento es en el caso de los bollos de mantequilla, pues si son bollos preñados requieren de un trabajo aún más arduo, porque hay que preparar la carne de pollo o la de puerco que llevará en los conocidos bollos preñados.
Es un trabajo bastante complejo y no es bien pagado, dice Borsani.
Y lo dice porque después de todo lo detallado, un bollo se vende en 60 o 70 centésimos, y hay personas que se quejan porque lo encuentran demasiado caro.







