Ese producto que enamora con su aroma inspiró en el siglo XV la apertura de las primeras cafeterías en el mundo musulmán y pronto la idea conquistó las ciudades de París, Viena y Londres.
Con la excusa de tomarse un café, personajes cultos y de negocios empezaron a reunirse también en México en el siglo XVIII, agrega una reseña de www.nescafe.com.mx.
En Panamá hay referencia de cafés en la mitad del siglo XIX, pero puede ser que ya los hubiera antes.
El arquitecto panameño Eduardo Tejeira Davis supone que los cafés ya estaban en Panamá para la época de la fiebre del oro de California (década de los años 50 del siglo XIX) y que la llegada de los franceses reafirmó esa cultura.
Y es que en los periodos de auge económico entre 1850-1890, motivados por la construcción del ferrocarril y el intento de construcción del Canal francés, ocurrieron “procesos de asimilación y acomodación de nuevas prácticas sociales y estilos de vida con significativas repercusiones en la mentalidad del habitante de la ciudad de Panamá”, según un ensayo de la docente universitaria Vilma Chiriboga.
No obstante, es difícil definir cuándo exactamente se estableció el primer café en Panamá.
“En donde está ahora el American Trade Hotel, en el Casco Antiguo, había en 1860 una casa colonial en donde estaba la heladería La Reformada”, comenta Tejeira Davis acerca de establecimientos similares.
De lo que está seguro el arquitecto es que entre los cafés más emblemáticos del país están el Café Coca Cola, en Santa Ana desde 1875, y el Café Pepsi Cola, que quedaba en la plaza 5 de Mayo.
El Café Coca Cola sobrevive en una época en la que parecen proliferar los cafés.
El arquitecto también ha notado el auge de estos establecimientos, pero no cree que sea una tendencia solo en Panamá. “Pasa lo mismo en Centroamérica, es algo que viene de Europa; y debe haber público, porque los del Casco Antiguos los ves llenos”.
Y hay más por contar.
