El escritor venezolano Ricardo Adrianza compiló en un libro todas aquellas historias que desea narrar a su nieto Matías, de apenas año y medio.
Cartas a Matías: Lecciones de vida para mi nieto es una colección de anécdotas vividas por Adrianza a lo largo de su vida personal y profesional, en las que los valores humanos, como el respeto, la empatía y la responsabilidad son los pilares de la narrativa.
El libro es una consecuencia directa de la angustia y la soledad que siente Adrianza por la separación de su familia, que se vio obligada a emigrar debido a la crisis política y social por la que atraviesa su país natal, Venezuela. Él, que sigue radicado en Venezuela, es uno de la diáspora –de al menos 4 millones– que hoy se esparce por todo el mundo.
Patricia, la hija mayor de Adrianza, reside en Panamá, junto con su nieto Matías. Su segunda hija, Daniela, y la madre de ésta viven en Puerto Rico; y la más pequeña, Cristina, se encuentra en Las Vegas, Estados Unidos.
Con el yugo de la tristeza planeando sobre él, cada vez que viene a Panamá intenta compensar el tiempo perdido, aprovechando lo más que puede para pasarlo con su nieto Matías.
Adrianza confiesa que el momento más sublime de su existencia fue ser testigo directo del nacimiento “en vivo y en directo” de su nieto en un hospital de Puerto Rico.
También lo describió como el momento más alegre de su existencia, en medio de la agonía que sufre tras la separación de su familia. El llanto de su nieto y la inocencia de su rostro de recién nacido, relata, fueron indicativos de que se abría otra etapa de su vida.
“En esas cartas se resaltan valores, emociones y consejos para que Matías, a lo largo de su vida, pueda leer estos consejos y pueda tomar las mejores decisiones. A pesar de la distancia, el mejor regalo que le podía dar a mi nieto son mis reflexiones y experiencias”, afirmó.
Contador público de profesión, Adrianza es socio fundador de la firma de auditoría Mazars, establecida en Caracas desde hace 40 años.
A pesar de lo aguda que resulta ser la inestabilidad social en Venezuela, Adrianza manifestó que en su país todavía hay oportunidades, y cree que “las cosas van a cambiar tarde o temprano”, aunque la salida no sea la más fácil.
Reconoce que la vida cotidiana en Venezuela está marcada por diversos problemas, entre ellos, el aumento de la delincuencia y la hiperinflación. No obstante, decidió no irse de su país.
“Uno vive la crisis política y va tomando decisiones en el camino. En el caso de mis hijas, ellas fueron afortunadas, ya que pudieron estudiar y hacer sus vidas fuera del país. Cuando uno piensa de manera positiva, uno cree que la solución está cada vez más cerca pero después uno se topa con la realidad de que la crisis es mucho más compleja de lo que parece”, reflexionó.
Adrianza también quiere seguir en Venezuela para “aportar un granito de arena” a pesar de las circunstancias actuales, aunque, añade, la situación pinta muy difícil para los jóvenes, que no ven un futuro en su nación.
Cartas a Matías: Lecciones de vida para mi nieto aboga por el rescate de los valores en una sociedad convulsionada por crisis de todos los ámbitos.
El autor considera que la solidaridad, la empatía y el calor del ser humano son varias de las cualidades que se han ido perdiendo a medida que pasan los años.
Este texto pretende ser un legado a todos los nietos por venir; palabras que permitan el tránsito agradable por el camino de la vida, caracterizado por sus altibajos, y que, al mismo tiempo, los ayuden a forjarse como personas de bien y que luchan por ser felices.

