China posó ayer un robot teleguiado en la superficie de Marte, un hito para el país asiático en una misión particularmente compleja.
Pekín lanzó a finales de julio de 2020 desde la Tierra su misión no tripulada Tianwen-1, por el nombre de la sonda enviada al espacio. La misión está integrada por tres elementos: una sonda orbital (que gira alrededor del astro), un módulo de aterrizaje (que se posó en Marte) y a bordo el pequeño robot teleguiado “Zhurong”.
“El módulo de aterrizaje Tianwen-1 se posó con éxito en la zona predefinida” con el robot a bordo, informó CCTV, que difundió una edición especial titulada Nihao Huoxing (Hola Marte), y precisó que se había recibido en la Tierra una “señal”.
El descenso se dio en una vasta planicie del hemisferio norte de Marte, precisó la Agencia Espacial China. En 2011, en conjunto con Rusia, Pekín intentó, sin éxito, enviar una sonda a Marte, y decidió continuar en solitario.
