Annie Canavaggio no practica el surf, aunque disfruta ver en acción a los que desafían las olas del mar.
Una vez le regalaron una tabla de surf, pero luego de ver la película Jaws, de Steven Spielberg, el miedo de convertirse en el almuerzo de un tiburón le quitó las ganas de usarla.
“Siempre quise tener el coraje de correr olas y admiro a los que lo hacen, admiro a los que no se autoimponen límites. Me agrada la libertad que transmite, es un deporte fuerte y ágil, por momentos puede ser hasta un baile”, resalta Canavaggio, directora de Rompiendo las olas, que junto a Invasión, de Abner Benaim, son los representantes istmeños del tercer Festival Internacional de Cine de Panamá.
El deporte como tal no fue el impulso para rodar su largometraje, más bien dice que fue el pretexto, ya que su punto focal “fue el contexto social en el cual vivían mis personajes. Me interesó la parte subconsciente de ellos. Me interesa la búsqueda de su felicidad y ver tres caminos distintos y tres personalidades distintas”.
Rompiendo las olas se presenta hoy a las 8:00 p.m. en el Teatro Nacional, y el 6 de abril a las 12:30 p.m. en la Sala 6 de Cinépolis. VEA 2B