Annie Canavaggio retrata en la película Rompiendo la ola los sacrificios y anhelos de tres surfistas panameños: Oli ( Jean Carlos Camarena), Cholito (José Alejandro Camarena) y Deivis Godoy.
Esta directora admira de los surfistas “su amor a la naturaleza, su capacidad para fluir con las olas y el clima. Su capacidad para ver la vida aquí y ahora. Su capacidad para ser totales en cada una de sus acciones”.
¿Cuál es la situación actual de este trío de surfistas?
Oli es el actual campeón nacional de surf, y en este momento se encuentra representando a Panamá en Perú. Tiene varios patrocinadores, estudia en San Carlos y está aprendiendo inglés. Cholito trabaja en el campo y en la construcción. Acaba de terminar de hacer su casa. Mientras que Deivis abrió un restaurante junto con su pareja Nataly. Este verano esperan su primer hijo.
¿Han tenido el destaque merecido?
Es una cuestión de escuchar las voces que nunca escuchamos. Ellos representan las personas que no se les da la importancia que ameritan.
¿Por ejemplo?
Durante años, Cholito representó internacionalmente a Panamá y muy poco se escuchó de él. No tenía ni las conexiones ni las características físicas que las marcas requerían. Aun así, es un surfista de primer nivel.
¿Cómo el Estado podría ayudar a todos los deportistas?
Es una cuestión de oportunidades y de movilidad social. Una sociedad para considerarse desarrollada tiene que tener una alta movilidad social. Sus ciudadanos, no importa de dónde provengan, deben tener el acceso a la salud y educación parecido en todos sus niveles sociales. Para que nuestros atletas se desarrollen deben tener acceso a los mejores sistemas de salud, que no solo curen, sino que prevengan enfermedades. Un sistema educativo similar o hasta superior al brindado en el sector público en cuanto a calidad y cantidad de horas. Y alimentación completa que permita aprovechar la educación brindada.
Este mes ´Rompiendo la ola´ participó en el Festival de Cine de Varsovia. ¿Qué tal fue la experiencia?
Fue maravillosa. El nivel de los participantes era muy alto. Es un público muy sensible y sofisticado que exige historias fuera de los moldes establecidos. Es un público que construye su agenda alejándose del cine taquillero tradicional.
¿Cuál fue la reacción del público en Varsovia?
Es interesante cómo nuestra historia local cuenta con valores internacionales y esto la hace atravesar fronteras. Por eso, un polaco se emociona con la historia de tres muchachos de un pueblo pobre de pescadores del Pacífico panameño. Además, le gustó mucho la música de Tano Mojica. Para el polaco ver esta película fue como viajar al trópico.

