Ser friki es sinónimo de ser un fanático de todo lo relacionado con la cultura geek (fascinación por la tecnología y la informática, entre otros temas).
En este 2019, la Real Academia Española incluyó dentro de su diccionario la definición de friki: persona extravagante y excéntrica.
Esto último es lo que algunas personas podrían utilizar para caracterizar a los que tienen una gran afición por todo lo relacionado a los cómics, la literatura juvenil, los videojuegos, la animación y el cosplay (los más fanáticos se disfrazan de sus personajes favoritos).
Diferencias entre ‘geek’ y ‘nerd’
No obstante, hagamos una revisión de los antecedentes de ser friki.
Al principio, el término se utilizaba para referirse despectivamente a aquellos que tenían una malformación o anomalía física.
Varios ejemplos de ellos eran las mujeres barbudas o las personas con una estatura radicalmente alta o baja y eran expuestas como atracciones en los circos de inicios de los años 1930.
Una caracterización que fácilmente puede ser apreciada en películas como El gran showman (2017).
Pero, a través de los años, la palabra friki se ha utilizado para describir de manera simple a aquellas personas que suelen vestirse de manera extravagante.
Hoy en día, ser friki o geek se traduce en ser fanático de sagas exitosas y emblemas de la historia de la cultura pop, como lo son Los Simpsons, Juego de Tronos o las aventuras del joven mago Harry Potter en la Escuela de Hechicería de Hogwarts.
Aunque ser friki esté relacionado estrechamente con el seguimiento de la cultura pop, también se caracteriza incluso en las prácticas de actividades extremas, como el skateboarding (monopatinaje) o con bailes urbanos como el breakdance.
Asimismo, otro grupo que forma parte de los geeks son aquellos que son seguidores de los videojuegos. Entre los más populares está el famoso League of Legends.
En la actualidad
Entre el pasado 27 y 28 de abril se llevó a cabo el segundo festival de cultura pop Massiva. Organizado por la Alcaldía de Panamá, este evento reunió a más de 2 mil personas fanáticas de la cultura geek.
Una de sus asistentes fue Paola, quien vino disfrazada junto con su perro como Pikachu, el popular personaje de la tira cómica Pokémon. Ella se considera una “chica geek” desde los 13 años, porque es una fanática del ánime y de los cómics.
Desde chica, era una fiel seguidora de esta tira cómica, que comenzó a comercializarse como un videojuego en 1996 y, un año después, devino en la realización de una serie televisada y de 21 películas realizadas hasta la fecha.
“Este es mi segundo cosplay junto con ella [mi perra]. Pokémon fue una de las tiras cómicas más preferidas en mi infancia”, aseguró.
Paola asistió a diferentes eventos de este tipo desde los 13 años y manifestó su asombro al constatar que a través de los años se desarrollan diversas iniciativas por parte de otros fanáticos de estas series, para mantener el culto hacia los personajes que forman parte de la trama animada.
“Para mí, el cosplay es un estilo de vida y una manera de expresarse”, agregó.
Desde hace cinco años, tiene un negocio de animación de fiestas para niños que se basa en el popular personaje de Pokémon. En el futuro, se expandirá aún más.
“El personaje favorito e icónico para los niños pequeños es Pikachu, porque es el que se ha vendido toda la vida y es el compañero de Ash, el protagonista de la serie. Sin embargo, ahora se está volviendo mucho más famoso”, relató la joven emprendedora.
Próximamente en los cines veremos una cinta denominada Detective Pikachu, protagonizada por Ryan Reynolds y Justice Smith, en el que Pikachu deberá desvelar la amenaza que se cierne sobr e el universo de Pokémon.
Una vía de negocio
El desarrollo de la cultura geek y sus fanáticos también supone una entrada de ganancias muy grande para el sector relacionado con lo friki.
En nuestro país, los distribuidores de este tipo de mercancía son muchas veces tiendas en línea.
Una de ellas es la librería La Puerta Azul. Una de sus trabajadoras, Loren Neto, dice que los libros más vendidos son los relacionados a la fantasía, como Harry Potter, Percy Jackson y Juego de Tronos.
Aunque no es el único género que se vende. La novela negra y las obras que tengan un componente de investigación y misterio también suelen venderse bien entre el público de 15 a los 30 años de edad.
Por otro lado, La Puerta Azul suele vender artículos relacionados con estos libros, como los separadores de libros y objetos que representen tanto la vestimenta como el contexto en el que se desarrollan los libros fantásticos y de novela negra.
“También solemos vender cajas literarias. Ellas incluyen un libro y artículos relacionados a ese libro. Nos ha ido muy bien con ellas porque es un nuevo concepto que anima a los jóvenes a leer”, destacó Neto.
Uno de los alicientes para vender libros de este tipo suele ser la creciente tendencia del público joven a consumir libros. Sobre todo, en las nuevas plataformas digitales, como lo pueden ser el iPad o el kindle.
Neto igualmente consideró que las redes sociales han ayudado a su negocio a vender frecuentemente sus productos y potenciar la captación de nuevos clientes.
Algo con lo que concuerda Nicole Cozzarelli, de Multistore. “Mediante las redes sociales, mantenemos un contacto con el cliente, al punto que le realizamos una entrega personalizada del producto”, comentó.
