La deforestación en la Amazonía brasileña continuó en aumento el mes pasado, según cifras oficiales que registraron el peor mes de mayo desde que se iniciaron las mediciones, en 2015.
Ambientalistas alertan que 2020 va camino a convertirse en el año más destructivo para la mayor selva tropical del planeta, incluso más que 2019, cuando proliferaron incendios que desataron una alarma internacional.
“Estamos frente a un escenario de catástrofe total para la Amazonía”, afirmó Mariana Napolitano, gerente de Ciencias del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Brasil.
Un total de 829 km2 de la selva amazónica fueron deforestados en mayo, 14 veces el área de Manhattan, según datos satelitales del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales, organismo oficial.
Esto representa un aumento de 12% respecto al año pasado y es el peor registro para el mes de mayo desde que se iniciaron las mediciones, en agosto de 2015.
También se trata del mayor registro de la serie teniendo en cuenta los primeros cinco meses del año.
Entre enero y mayo fueron deforestados más de 2 mil km2 en la Amazonía brasileña, 34% más que en el mismo período del año pasado.
Esto es lo más preocupante, ya que los meses en los que suele ocurrir la mayor destrucción aún están por venir: entre junio y octubre es cuando ocurre la temporada de incendios que aceleran la deforestación causada por la tala de árboles, la minería y la agropecuaria ilegal.
El Instituto de Pesquisa Amazónica sostiene que si la deforestación continúa avanzando a ritmo acelerado, casi 9 mil km2 de selva deforestada podrían ser devastados por incendios en los próximos meses.
El avance de la deforestación coincide con la emergencia sanitaria que vive el país por el coronavirus.

