Cuando pienso en meriendas panameñas, una de las primeras cosas que viene a mi mente es el mafá.
Con su textura crujiente y forma curiosa, esta pequeña y deliciosa trenza de pan frito ha cautivado a los panameños y a quienes lo prueban por más de 160 años.
El mafá no es netamente panameño, sino un invento chino, traído cerca de 1854 con la primera gran migración china previa a la construcción del ferrocarril interoceánico. Su nombre en chino se pronunciaría de forma similar a máhuā, con el cual es fácil ver su eventual transformación a mafá, por los que no dominan el idioma chino.
Hoy el mafá se encuentra presente en los “chinitos,” abarroterías, farmacias y súpermercados, empacados en cartuchos plásticos, usualmente al lado de otras cosas tan panameñas como los platanitos y las galletas sándwich de Pascual.
