A la deriva saca sus mejores bazas cuando muestra la lamentable situación de la salud pública que existe en Panamá, y cuyas víctimas principales son los sectores más pobres del país.
Este documental sigue la odisea de tres pacientes que fueron unas de las miles de personas que fueron envenenadas con el medicamento dietilenglicol.
El director Miguel I. González muestra al espectador el calvario que experimentan Briseida de Trejos, Milagros Rey e Iraida Barrera, quienes han visto cómo sus vidas han desmejorado desde el día en que tomaron esa medicina.
Ahora, A la deriva, cuyo estreno mundial ocurrió en el pasado Festival Internacional de Cine de Panamá, participará en la competencia oficial del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que ocurrirá en La Habana, Cuba, del 8 al 18 de diciembre.
González estudió producción en la Escuela de Cine en San Antonio de los Baños, Cuba. “Me llena de orgullo poder volver a mi segunda casa con una película”, dice.
“Es alucinante saber que estaré en los mismos espacios donde vivía y veía cine en el ocasión del Festival de La Habana, pero ahora con mi documental”, señala, mientras agrega que A la deriva se proyectará el 1 de diciembre, a las 7:30 p.m., en el Film For Transparency, en el Parque Omar.
El realizador nacional hará lo posible por estrenar A la deriva en las salas comerciales de Panamá en algún momento de 2017.
