En nuestra lengua existen diversas formas de expresar posesión; puede ser con pronombres, adjetivos o preposiciones. El pronombre posesivo que representa la primera, segunda y tercera persona verbal se usa para hablar de la cosa poseída o del que la posee: son los determinantes y adjetivos que expresan posesión o pertenencia y se dividen en: prenominales: mi, mis, tu, tus, su, sus, cuyo, cuya, cuyos, cuyas, nuestro, nuestra, nuestros, nuestras, vuestro, vuestra, vuestros, vuestras. Posnominales: mío, mía, míos, mías, tuyo, tuya, tuyos, tuyas, suyo, suya, suyos, suyas, nuestro, nuestra, nuestros, nuestras, vuestro, vuestra, vuestros, vuestras.
Según la norma de nuestra lengua, los posesivos no deben acompañar a los adverbios. Es incorrecto por ello el empleo de las siguientes expresiones: delante mío/mía, detrás tuyo/tuya. Los adverbios se complementan con grupos integrados por la preposición de seguidos del pronombre tónico, así vemos: delante de mí, detrás de ti.
Sin embargo, el error indicado es frecuente aun entre personas con educación secundaria. ¿A qué se debe el error? Ocurre por relacionar el complemento (preposicional) introducido por la preposición de (detrás de Edgar) con los complementos de posesión semejantes (el carro de Edgar). No obstante, son construcciones distintas: en la frase detrás de Edgar, el complemento preposicional depende del adverbio (detrás), su núcleo. En la segunda, el carro de Edgar, su núcleo es un sustantivo (carro). Si el complemento encabezado por de depende de un sustantivo, solamente se puede sustituir por un posesivo porque modifican directamente al sustantivo: El carro de Edgar por su carro.
Para comprobar si es correcta una expresión con posesivo, pongamos atención a la categoría de la palabra núcleo; es decir, si es un sustantivo será correcta. Por ejemplo: al lado mío es una construcción correcta, ya que lado es un sustantivo. No será el caso si se trata de un adverbio; decir cerca mío es incorrecto, pues cerca es un adverbio.
La Academia dice: prestemos atención, al hablar y al escribir, cuando usamos los pronombres posesivos: no digamos: pasó cerca mío, sino pasó cerca de mí.