El Fondo Documental Fernando Eleta Almarán fue inaugurado ayer en el Museo del Canal Interoceánico, evento que coincidió con el centenario de su natalicio.
Se trata de un compendio de 30 mil documentos históricos aportados al museo por la familia Eleta, que también facilitó los fondos para su digitalización, que modo que estén a disposición de investigadores, académicos y público en general a través del sitio web www.fernandoeletaalmaran.org.
El fondo es una compilación de correspondencias, actas, archivos institucionales, estudios o publicaciones, reportes de periódicos, reconocimientos, discursos, escritos, tomos, telegramas y cables, panfletos, memos, reportes, mapas, fotografías y otros, que datan de entre 1942 y 2015. Documentos que el mismo Eleta Almarán y su equipo de trabajo archivaban personalmente y que fueron aportados por su esposa, Graciela Quelquejeu.
La conservación, catalogación y digitalización del fondo involucró a 15 profesionales en historia, conservación, restauración, archivología, documentación, bibliotecología e informática.
La empresaria Mercedes Eleta de Brenes, hija de Fernando Eleta Almarán, dijo que su familia pensó que la conmemoración del centenario del natalicio del empresario e ingeniero panameño era la ocasión propicia para realizarle un homenaje por su trayectoria.
El fondo documental es uno de tres productos que se entregarán al país en ocasión de esta fecha: el primero, la entrega del fondo documental al Museo del Canal; el segundo, un libro que abordará la semblanza de su vida, que será publicado a mediados de 2022; y el tercero, un documental denominado El Legado de un Ciudadano, que se encuentra actualmente en fase de edición y post-producción, y su difusión está prevista para finales de este año.
Un ciudadano ejemplar
Eleta Almarán se destacó por ser un hombre innovador y visionario para su época, con una trayectoria en diversos ámbitos de la vida nacional, como la comunicación, cuándo fundó, primero RPC Radio en 1949 y luego RPC Televisión en 1960 (primera cadena televisiva del país); y la hípica, que se expresa con su labor al frente de Haras Cerro Punta.
Además, trabajó como servidor público: ocupó el Ministerio de Hacienda y Tesoro durante el gobierno de Ernesto de la Guardia (1958-1960) y también fue ministro de Relaciones Exteriores en la administración de Marco Aurelio Robles (1965-1968), una época en la cual Eleta Almarán lideró los proyectos de los tratados Robles-Johnson de 1967, firmados por los negociadores, aunque no fueron ratificados por los congresos de Panamá ni de Estados Unidos por motivos políticos en ambos países.
En este mismo período, fue representante de Panamá ante la Comisión Preparatoria de Reformas a la Carta de la Organización de Estados Americanos.
Centro de Documentación e Investigación
La presidenta de la Junta Directiva del Museo del Canal, Hildegard Vásquez, destacó que la entrada de esta donación del fondo documental es inusitada, no sólo para esta organización, sino para cualquier otra institución académica del país. “Para nosotros este es el inicio del centro de documentación e investigación del museo, lo que podría incitar a que otras familias e instituciones donen sus documentos para que los presentes y futuros investigadores puedan contar la historia de manera más directa”, dijo.
En el ámbito gremial
Eleta Almarán también era un fiel creyente de la asociatividad y del gremialismo para lograr los objetivos en cualquier ámbito. Fue fundador de gremios como la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa, además de asociaciones como la Ciudad del Saber y la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza.
“Tenía una enorme variedad de intereses, pero él buscaba gente afín a ese interés particular para asociarse y así producir resultados y aunar voluntades. Mi padre fue un hombre cívico toda su vida y se desempeñó en grandes facetas, ya sea como empresario, servidor público, criador de caballos, entre otros. Lo que estamos tratando de recoger en este fondo son esos documentos que nos narran cómo se iniciaron estas cosas y cuál fue su rol dentro de esos temas particulares en la vida del país”, dijo Eleta de Brenes.
Las iniciativas de recordación de la vida y obra de Fernando Eleta Almarán tienen un profundo significado para su familia, ya que, a través de su divulgación, sus descendientes en la actualidad podrán conocer más sobre un modelo a seguir, que trabajó por el desarrollo sostenible de su país, así como su responsabilidad ciudadana de trabajar y aportar al mejoramiento de Panamá.
Eleta de Brenes señaló que los documentos del fondo no sólo pueden ser de gran aporte al acervo documental del país en los temas particulares en los que incursionó Eleta Almarán, sino que pueden ser un aliciente que dé pistas para seguir investigando aquellos hechos que formaron la historia política, social y cultural del país.
“Puede ser el catalizador dentro del interés de saber cómo era el Panamá de antes y qué hicieron los panameños a mediados del siglo XX, y cómo llegamos hasta aquí. No llegamos hasta aquí porque sí. Llegamos hasta aquí por ciudadanos que llevaron a Panamá a una posición de liderazgo dentro de América Latina”, expresó.
Preservando la historia
La directora del Museo del Canal Interoceánico, Ana Elizabeth González, dijo que este fondo documental es el primero que formará parte del futuro Centro de Documentación e Investigación del Museo, cuyo principal objetivo será gestionar e investigar toda la información histórica, científica y técnica relacionada con las colecciones y temas afines al Museo y, mediante los mecanismos adecuados, facilitar a usuarios internos y externos el acceso a toda esta información.
Los documentos de ese fondo también serán expuestos al público de manera física en las salas de exposiciones del recinto.
“Para que la historia tenga veracidad, necesita del aval de fuentes. Las fuentes documentales respaldan hechos y acontecimientos históricos de manera que sean más que relatos, leyendas o cuentos con un valor folclórico. Cuando un individuo, familia o institución recopila y conserva documentos, que conscientemente sabe son parte del devenir histórico, político, social, religioso o de cualquier índole de un lugar, está contribuyendo a no dejar ‘vacíos’ en la historia de su país y por tanto permite que instituciones como los museos cuenten con testigos y pruebas reales de un hecho histórico, que en este caso es el papel que desempeñan los documentos”, expresó.
