El gaélico escocés corre el peligro de desaparecer antes de que acabe esta década y se necesitan medidas urgentes para detener su declive, advierte un estudio publicado esta semana.
Solo unas 11 mil personas, la mayoría de las cuales tienen más de 50 años, hablan el idioma vernáculo de Escocia (región al norte del Reino Unido con 5.5 millones de habitantes), según un estudio de la University of the Highlands and Islands y los especialistas en investigación del gaélico Soillse.
El uso del escocés está “al borde del colapso”, afirman sus autores.
Su práctica es “marginal” en el seno de las familias y entre los adolescentes, en detrimento del inglés, y sufre de la disminución de la población en el extremo noroccidental de Escocia.
Conchúr Ó Giollagáin, investigador del gaélico en esa universidad, describió como “inmenso” el desafío de evitar su extinción, subrayando que se necesitan iniciativas urgentes.
El gobierno de Escocia publicó un plan para proteger el gaélico en 2017, en que recomienda medidas como el uso del idioma en diferentes contextos sociales, oficiales y profesionales.
En 2008 se lanzó un canal de televisión en escocés, BBC ALBA, y en las paradas de autobús y las estaciones de ferrocarril del país se exhiben carteles en gaélico para fomentar su uso.