El sexo no es ajeno para la productora HBO, por lo que una serie cuya trama gire en torno a la industria pornográfica pudiera no sonar muy innovador. Pero la producción Hard va más allá en su propuesta, y no solo por la piel que muestra, sino por los sentimientos y emociones que al final siempre cubren a todo cuerpo desnudo.
Esta comedia romántica brasileña, cuya segunda temporada estrenó este año, sigue a Sofía (Natália Lage), una conservadora ama de casa que descubre que su difunto esposo era dueño de una productora de cine para adultos y que ahora le ha heredado a ella. Con dos hijos y un estilo de vida que no es capaz de mantener, Sofía deberá reevaluar sus creencias y valores para tomar la decisión correcta, descubriendo realidades sociales y personales.
Con seis episodios de aproximadamente 30 minutos, por temporada, Hard mezcla el mundo del deseo, la lujuria y la fantasía, con el amor, la amistad y la familia, en una propuesta que recuerda que todo acto natural, que no implique dañar a otro, no debería ser considerado un tabú.
Este diario conversó con la actriz Natalia Dal, quien habló sobre su participación en la serie, su entrañable personaje de Shana y los descubrimientos personales que tuvo al adentrarse a un mundo que causa prejuicios.

¿Trabajar en esta serie cambió su perspectiva con respecto al cine para adultos?
Sí. Interesante trabajar y entender lo que es la industria del sexo o comunicarse a través del cuerpo. Para mí se abrió una puerta a un mundo nuevo. Realmente cambió mi perspectiva y mi mirada ante lo adulto, lo que no se puede charlar, el tabú del sexo.
¿Cuál es su perspectiva sobre la representación de la mujer en la serie?
Fue una sorpresa, porque empecé a conocer a directoras de cine de pornografía femenina y se transformó una parte de mí que no conocía. Creo que es muy valioso que se pueda reconocer dónde están los deseos de las mujeres, cuáles son nuestros vínculos con el cuerpo, no ir a lo estereotipado, a lo que nos quisieron vender tanto tiempo. A todo eso que nos dijeron que era el sexo que había que tener. Que esta mujer (Sofía) se atreva a escuchar fantasías de otras mujeres y poderlas cumplir, ya para mí es parte de este camino a la libertad, que debimos tener hace tiempo.
¿Cree que una mujer que se dedique a la pornografía puede ser considerada una forma de liberación?
Sí, yo creo que en algún punto, como muchas de las profesiones, la mujer aún sigue siendo juzgada. Sobre todo esa industria tiene mucho descuido en la mujer. Cuando conocí experiencias de actrices pornográficas me dijeron que muchas veces no les dicen cuáles son sus escenas y lo que tienen que hacer. El hombre usa su poder para simplemente mostrar el acto sexual del hombre. A partir de esta nueva mirada que presenta la serie, de poder reconocer los sentidos, de poder trabajar más, disfrutando de este acto sexual, creo que trajo esta nueva libertad y que HBO dijo: ‘bueno vamos a explorar esto para que sea conocido’.
¿Cómo fue mezclar comedia y sexo?
Mi personaje es una madre de familia que trabaja con su marido, actor porno también. Y antes de entrar a hacer una posición sexual, ella está pidiendo la lista de las cosas que necesita para el hogar: comida, detergente, etc. Que se pueda ver todo lo que se hace antes del trabajo, ayuda a no limitarlo solo a sexo. Tratemos de no olvidar que se trata de un trabajo y naturalizarlo, es igual que una persona que trabaja en una oficina, por ejemplo.
¿Cómo fue para tí enfrentar este papel?
Para mí, como actriz, en un comienzo fue medio intimidante. Mi cuerpo no sabía reaccionar ante cosas que no estaba acostumbrada hacer para otros, sino solo hacerlo en la intimidad. Entonces, quizás una escena con una persona tirándome el cabello, porque hacíamos el sexo duro, era llevarme a un lugar que mi cuerpo no sabía que estaba actuando. Si bien era un trabajo preparado, me llevaba a lugares donde no quería habitar, quizás por no estar acostumbrada a hablar tan abiertamente sobre sexo. Fue un proceso hermoso e intenso, y muy bien acompañada de todos los que trabajaban en la serie, que fueron muy cariñosos, porque en un set trabaja mucha gente. Y como actores nosotros exponemos el alma, más allá del cuerpo.



