Después de un año cerrado por la pandemia, el Teatro Pacific reabrió recientemente sus puertas con la obra El Test, una adaptación de la obra homónima del dramaturgo español Jordi Vallejo, protagonizada por grandes exponentes de la escena teatral panameña como Rogelio Bustamante, Isabeau Méndez, Leonte Bordanea y Andrea Pérez Meana.
El Test –dirigida por Benjamín Cohen– llevará a los espectadores a ser testigos sobre cómo un proceso de psicoanálisis puede llegar a desnudar las verdaderas intenciones de los seres humanos en una sociedad en la que el dinero es la medida de todas las cosas.
¿Aceptarías 100 mil dólares ahora o un millón dentro de 10 años? Es la pregunta que desencadenará este procedimiento, que no solo hará reflexionar a los propios personajes, sino al público en sí.
Cohen contó que al ver una función de El Test en España le llamó la atención el humor y que toda la trama se origina a través de una hipótesis formulada desde el punto de vista de la psicología, que logra revelar el verdadero espíritu de cada personaje, y que aquello que inicialmente comenzó como una dinámica parecida a la de un juego, terminó siendo un desastre, ya que todos aprovecharon la ocasión para sacarse los “trapos sucios” e intimidades como armas arrojadizas.
Un trabajo colaborativo
La productora de la obra ‘El Test’, Diana Abouganem, expresó que el elenco ha dado lo mejor de sí y no sólo se ocupó en prepararse para dar lo mejor en el escenario, sino que se involucró en otros aspectos que resultan ser muy importantes para el éxito de la obra, como la promoción y la venta de los boletos. ‘Es como si todos fuéramos los productores’, reconoció.
“El Test es una comedia en la que te ríes, pero que a la vez te hace pensar mucho y, al final, deja el deseo de reflexionar sobre lo que uno acaba de ver en el escenario”, expresó Cohen.
El dramaturgo manifestó que después de ver la obra, hasta el público quiere hacerle la misma pregunta del millón de dólares a sus amigos o familiares, con la intención de ver qué va a suceder.
El montaje de la obra se concretó en tiempo récord, ya que se hizo en dos semanas, con la vista puesta en la reapertura del Teatro Pacific, pero también en la evolución del panorama epidemiológico de la pandemia de la Covid-19.
“Como director, nunca me había pasado que tenía que montar una obra en dos semanas. Afortunadamente, conté con un elenco fuerte y con muchísima experiencia, lo que ayudó mucho a que el estreno pudiera llevarse a cabo”, explicó.
La preocupación era tal, que Cohen temía que “iban a meter la pata el día del estreno”, dado que planear una obra en el plazo de dos semanas es una tarea difícil, debido a que se trata de un proceso que habitualmente tomaría más tiempo para que, por ejemplo, los actores se familiaricen con los personajes y con otros aspectos.
“Normalmente, estas obras se montan en dos o tres meses. Y en algunos casos puede tomar un mes, pero dos semanas es complicado. Estuvimos contra el tiempo. Sin embargo, hemos estrenado, la obra ha calado, el público empezó a venir y hasta ahora todo nos ha ido bien”, aseguró.
Otro aspecto que ha sido bien marcado por la pandemia del nuevo coronavirus es la manera en que los actores desempeñan su trabajo en el escenario: cumpliendo con medidas de bioseguridad, entre estas, el distanciamiento físico.
“En esta adaptación tuvimos que evitar algunas escenas de besos y de peleas, porque nuestra prioridad no solamente es cuidar al público, sino a los propios actores”, dijo Cohen.
La actriz Andrea Pérez Meana interpreta a Sofía, la psicóloga que pone a prueba a sus amigos. Hacía seis años que no pisaba el escenario, y expresó su emoción por regresar en un momento histórico, en plena pandemia.
“Es gratificante hacer que el público pase un buen rato y se divierta. Para mí, recibir los aplausos del público es lo más grande de esta carrera”, dijo.
En relación con la bioseguridad del público, si bien las disposiciones del Ministerio de Salud permiten un aforo de hasta el 50% en los teatros, el Teatro Pacific solamente está vendiendo el 30% de las entradas para mayor seguridad y tranquilidad de los asistentes, entre otras medidas.
El apoyo al sector
Por su parte, la productora de El Test, Diana Abouganem, coincidió con Cohen en que fue una labor difícil y destacó que estamos en una coyuntura difícil para cualquier productor, ya sea para realizar una obra de teatro u otro producto cultural, toda vez que dependen del apoyo económico de la empresa privada.
“La empresa privada está muy golpeada, así que el único recurso que tenemos ahora mismo es la venta de la taquilla, pero como también se da el caso de que la población está económicamente golpeada, nosotros estamos procurando mantener el precio de los boletos lo más accesible posible para promover la asistencia y cubrir los costos de la producción”, dijo.
Abouganem abogó para que los gobiernos apoyen económicamente, aunque reconoció que no espera que estos apoyos se concreten, ya que “la burocracia es grande”, por lo que hizo un llamado a que existan incentivos que ayuden a la empresa privada para que esta, a su vez, pueda apoyar las actividades culturales.
“Debo dar el voto de confianza al Ministerio de Cultura, que debe tener políticas públicas estructuradas para las artes que contribuyan a la formación de artistas y productores”, destacó.
De acuerdo con su criterio, Panamá tiene el potencial de convertirse en el Broadway de Centroamérica, dada la enorme cantidad de talento artístico que hay en el país, por lo que el apoyo estatal o de cualquier tipo es necesario, insistió.
Esta nota se modificó a las 10:54 a.m. de este viernes 2 de abril para aclarar que la actriz Andrea Pérez Meana regresó al teatro después de seis años, no hace seis meses como se dijo inicialmente.
