La actuación llegó a la vida de la española Ivana Baquero —la ganadora más joven del Premio Goya a la mejor actriz revelación por El Laberinto del Fauno, a los 12 años— de forma inesperada.
Tenía solo 8 años cuando unos agentes de casting asistieron a su colegio, The American School of Barcelona, para hacer una audición, pues buscaban a una niña que hablara inglés y que reuniera ciertas características para actuar en la cinta de terror Romasanta.
Aquella niña ahora tiene 22 años, y en la actualidad forma parte de la serie de fantasía The Shannara Chronicles (Las Crónicas de Shannara), basada en la serie de libros de Terry Brooks, que llega hoy a su final de temporada por Syfy.
En dicha serie, grabada en Nueva Zelanda, que está ambientada miles de años después de la destrucción de la civilización, Baquero interpreta el rol de Eretria.
En entrevista telefónica con Baquero, señala que ha encontrado diferencias y similitudes entre ella y su personaje. “La diferencia más relevante existente es el origen de cada una. Yo he tenido la suerte de venir de una familia muy acogedora, que siempre me ha apoyado desde pequeña en cualquiera de mis decisiones. Por otra parte, Eretria es lo contrario: es una chica que se ha criado en un ambiente muy hostil, en el que ha tenido que aprender a sobrevivir por ella misma sin ningún tipo de ayuda, que a pesar de que su padre es el líder del clan, ella ha tenido que valerse por sí misma y mostrar su valor”.
Sin embargo, destaca que comparten “un gran sentido de la justicia”.
Para Baquero, el rol de Eretria ha sido “un sueño hecho realidad”, porque se considera fan del género fantástico. “Participar en un proyecto como The Shannara Chronicles, que tiene todos esos elementos de fantasía, elfos, orcos, batallas (...) para mí significaba cumplir un sueño”.
Cuenta que los actores recibieron un entrenamiento físico especial. “Estuvimos recibiendo clases de espada, lucha, boxeo y de defensa personal. Nunca había participado en un proyecto de estas características que tuviera tanta acción, que fuera un reto a nivel físico. Aprendí muchísimo y fue una experiencia muy divertida”.
