Con un inédito doble concierto, la Filarmónica de Viena, dirigida por el célebre director de orquesta italiano Riccardo Muti, lanzó el domingo por la noche un rotundo mensaje de amor por la música en vivo al volver a tocar frente al público.
Por primera vez en más de cinco meses, la orquesta se exhibió ante el público en el teatro Alighieri de Rávena, al norte de Italia, con sendos conciertos a las 5:00 p.m. las 8:00 p.m., cada uno de cerca dos horas y reservado para 250 espectadores, cosechando largos aplausos y vivas. “Ha sido emocionante. Volver a recibir público en el teatro”, comentó a la prensa el joven alcalde, Michele De Pascale, al fin de la velada.
Los músicos, que llegaron en la víspera de Viena en un vuelo especial, están casi todos vacunados y tocaron sin mascarilla y sin mayor distancia entre ellos. Quedaban atrás las imágenes del célebre concierto de Año Nuevo desde Viena, transmitidas en directo a todo el mundo, con la legendaria sala dorada del Musikverein vacía por la pandemia mientras el maestro Muti dirigía las rituales polcas, valses y marchas de Robert Strauss.
“Han aceptado felices tocar dos conciertos en un mismo día por amor a Rávena”, comentó Muti, que se presentará de nuevo el 10 en Florencia y el 11 en Milán.
“Creemos en el mensaje de la música”, ha sido el lema durante toda la pandemia del director napolitano.
Las notas de Calma di mare e viaggio felice de Felix Mendelssohn resultaron en efecto un himno a la vida que reinicia, tras el largo cierre de teatros, auditorios, cines y salas de espectáculo impuesto por la Covid-19, que ha causado la muerte de 120 mil personas en Italia.


