La gran cantidad de imágenes que recibimos día a día y la manera de asociarlas crean nuestra percepción de las cosas.
La muestra Fragmentos de una historia, de Ana Elena Garuz, recaba, precisamente, elementos cotidianos y los aparta de su contexto original para que el espectador vea por sí mismo las similitudes y contrastes que pueden tener con las obras de la artista; todo ello con el propósito de que forjen esa percepción única de dichos elementos.
La geometría, los patrones, las texturas y los pliegues a las arrugas son fragmentos que a simple vista pueden parecer insignificantes, pero que en el fondo son separados y coleccionados de manera meticulosa para, de esta manera, examinar su identidad propia.
De acuerdo con Ana Elena Garuz, las obras para esta exposición fueron creadas en medio del ambiente propiciado por el confinamiento que obligó la pandemia de la Covid-19.
“Aprovechando esos momentos de silencio por la pandemia, empecé a usar el lápiz de color. Algo que no utilizaba con regularidad dentro de mi práctica. Entonces, paralelamente a mi práctica de pintura, empecé a hacer estos dibujos. Yo trabajo con recortes de revistas, que armo en pequeños collages que después uso como estudios para mis pinturas grandes, y estas obras que vemos son los recortes de imágenes que yo voy coleccionando, observando, archivando, desglosando y agrupando por color, así como ciertas características similares, y luego decido cuáles de esos recortes voy a utilizar después de una curaduría”, contó Garuz a este diario sobre su nuevo proceso de creación.
Así mismo, detalló que trata de imitar aquellos recortes que no exceden cuatro pulgadas de largo y los transforma en grandes. “Lo que hago es tratar de imitar el recorte lo más parecido posible al original. Es una manera de hablar acerca de la abstracción con las cosas cotidianas y pequeñas de la vida”, dijo.
Cada dibujo le toma un día y medio en un proceso que implica muchas capas de lápices de color. “En tres días, con suerte, saco dos, por ejemplo”, expresó.
El concepto de la abstracción que maneja Garuz está basado en algo que es real y que se va diluyendo o transformando de acuerdo con la mente del artista. Varios elementos que entran en el análisis tienen que ver con una fotografía, con la esquina de algún lugar, por ejemplo. “Por ejemplo, tu ves un banco en una plaza y ves las tres maderas que hay en medio de ese banco. Allí puede haber una abstracción”, explicó.
En este sentido, dijo que su fuente de inspiración puede venir de múltiples maneras: la escena de una película, la letra de una canción, la trama de un libro, el diseño de un mueble o una vivencia particular en la calle.
“De todas mis exposiciones anteriores, en ésta la gente tuvo un punto de encuentro”, valoró.
Garuz busca generar una interacción entre lo que se quiere decir y las interpretaciones del público. “Yo no quiero manipular la percepción del espectador”, dijo.
Un estilo de vida
Para Garuz, el arte es un estilo de vida, por lo que siempre está en constante investigación. “Uno siempre va leyendo, buscando, investigando y observando desde que sales de casa hasta cuando estás viendo una película. (...) Es casi un estilo de vida porque se vuelve tu día a día y se convierte en parte de tu vida”.
La artista reconoció que realizar esta exposición supuso un reto, ya que tuvo que realizar más de 60 dibujos para ponerlos de cierta manera en un determinado período. “La clave del éxito es la organización y el trabajar mucho como en todas las facetas de la vida”, remarcó.
