Con trazos exagerados pintados sobre el rostro, un payaso expondrá uno de los dramas humanos: el amor no correspondido recrudecido por un arrebato de celos.
Se trata de la ópera Pagliacci, del compositor italiano Ruggero Leoncavallo, que cobrará vida en dos funciones este 2 y 3 de septiembre en el Ateneo de Ciudad del Saber.
Pagliacci, una ópera montada por la Fundación Ópera Panamá, traerá toda su indumentaria circense de zapatos grandes, pelucas multicolores, batas anchas en tonos desiguales, cubriendo el cuerpo de cinco voces que hilarán una serie de amores desafortunados, insertados a su vez en un show teatral, tal como lo dispuso el propio Leoncavallo en su primera puesta escénica de 1892.
Pagliacci le aseguró el éxito por ser el puntapié de la corriente del verismo, el antagonista del romanticismo reinante de la época. El verismo se concentra en el realismo, es decir, toma historias de complejidades cotidianas hasta conducir a la crítica social.
Pagliacci es una vibrante apuesta, dirigida escénicamente en Panamá por la soprano dramática Irena Sylya, quien ha querido mezclar talento nacional con el internacional en esta ópera. Asimismo, tiene su contribución infantil con el coro local de niños del instituto Atenea.
En el aparte musical, la dirección de la Sinfónica Nacional queda en manos del estadounidense Robert Thieme.
Como parte de las voces participan el tenor checo Jakup Pustina como Canio o Pagliacco (el esposo celoso), la soprano mexicana Patricia Pérez como Nedda (la mujer en disputa), el barítono mexicano Pablo Atahualpa en el papel de Tonio (el payaso feo y deforme) y el barítono mexicano Vladimir Rueda, quien interpreta a Silvio (el amante de Nedda).
Mientras que, por el lado panameño, la soprano Susan Samudio es Nedda; el tenor Juan Pomares en el puesto de Canio; Lucas Rivas y JoséÁlvarez-Torres, ambos en el papel de Beppe (un aldeano que se siente atraído por Nedda).
El elenco se divide en dos grupos, explica la directora escénica, puesto que dos cantantes se aprenden un mismo papel por cualquier imprevisto el día del show. La mitad del grupo actúa el primer día y el otro, el segundo. “Ya sabes, si alguien se enferma, no tenemos un teatro cerca como en Europa para salir a buscar un reemplazo de repente para que haga un determinado papel”, bromea Sylya sobre la ópera para la que se requiere cantar en italiano.
La ópera Pagliacci es como un bisturí internándose en el lado oculto detrás de los disfraces, desvelando al ser humano más allá del camerino, más allá de la vida sonriente en el escenario, para divagar entre la soledad, el miedo y la tristeza, propios de la condición de un mortal.
Pagliacci en italiano quiere decir payaso. El profesor Moisés Guevara, de la Fundación Ópera Panamá, aclara que como la corriente del verismo se centraba en problemas de clase media a baja para darle un realismo a la actuación en el escenario, por lo general las tramas tenían finales fatalistas, de lo cual no escapa Pagliacci.
“Los personajes se ven envueltos en forcejeos o situaciones violentas. Por celos, envidias, prácticamente esta ópera es un cuadrilátero amoroso, en realidad son las pasiones humanas en su más bajo estado”, describe Guevara de la ópera.
Las estrellas
Jakup Pustina, proveniente de República Checa, se estrena como tenor dramático en esta ópera. Había pasado ocho años fungiendo como barítono, pero apenas año y medio decidió entrenar su voz para el tenor, y he aquí su primera oportunidad para demostrar lo bien aprendido. “No me agradan las típicas óperas de corte romántico, pero Pagliacci, a pesar de que tiene el elemento amoroso conlleva mucha fuerza y violencia, lo que la convierte en dramática”, dice Pustina, ansioso por llevar a buen término su papel de Canio.
Su suplente y homónimo en el personaje (Canio) es el panameño Juan Pomares, quien por seis años se había dedicado al canto lírico y luego de un receso retornó al escenario con su voz tenor.
La soprano mexicana Patricia Pérez, en su quinta visita a Panamá, interpreta a Nedda, la dama en cuestión, entiende la ofuscación de Canio, aunque lo describe como un personaje violento y muy celoso de su esposa.
Justifica que es ese mismo miedo desarrollado hacia Canio la razón por la que Nedda ha buscado los “cariños” de otro hombre (de Silvio).
En el fondo, Pérez se compadece de Canio, puesto que reconoce que es este quien le dio comida y protección a su personaje cuando quedó huérfana. Pero aclara que Nedda nunca sintió amor por él, sino cariño por asociarlo más a una figura paternal. “Canio siente mucho dolor, porque le hieren en su orgullo por no ser correspondido”, adelanta la artista.
El mexicano Pablo Atahualpa hace el papel de Tonio en voz de barítono, un personaje malvado, describe, “quien hará de todo una intriga”, y que disfruta personificar en esta ocasión.
Atahualpa rescata del argumento de la ópera que un artista tiene que lidiar con sus problemas personales y, al salir al escenario, hacer su trabajo bien, sin que influya su estado de ánimo.
Esto es lo que pudo pasarle a Canio al descubrir que su esposa tenía un amante antes de salir a actuar al escenario, por eso perdió el control y todo terminó mal, teniendo como resultado la muerte de la esposa y su amante en manos de él.
Para el director musical Robert Thieme, originario de Estados Unidos, Pagliacci es muy difícil en términos musicales. Pero no habrá persona que no llore al final”.
Augura que el público va a disfrutar la historia, porque la ópera es absolutamente hermosa. Además, dice: “Los músicos de la sinfónica son maravillosos, responden muy velozmente ¡son increíbles!”.
No es la primera vez que Thieme viene a Panamá. Ya lo había hecho en 1969 y 1970 para los musicales Apple Tree y Man of the Mancha con el dramaturgo local Bruce Queen.
Además del coro de niñas (desde los 7 años) del instituto Atenea, la ópera contará con las voces de 25 adultos, reunidas en el Coro de Ópera Panamá.
Producción
Originalmente, la ópera se realizaría en el Teatro Nacional, pero por los trabajos de reparación a los que fue sometido el sitio, los organizadores de Pagliacci tuvieron que optar por el escenario del Ateneo en la Ciudad del Saber.
Como es usual, la ópera cantada en italiano contará con subtítulos adaptados al inglés y al español.
Los boletos están de venta en Tickets Center, y hay entre 50% y 25% de descuento si muestra un cupón publicado en la web www.operapanama.com o escribe a irena@operapanama.com. Los fondos de la obra se destinarán al programa de becas para la formación de panameños en canto de ópera.

















