Con sus colores y sus habitaciones llenas de juguetes, la guardería Biobab se parece a las otras, aunque en realidad es muy particular: derriba muros y prejuicios.
Situada dentro de la prisión de Bollate, en Milán, el jardín para infantes acoge a los hijos de los detenidos, de los guardias y de los residentes del barrio y constituye un experimento social innovador y exitoso.
Construida en las instalaciones nuevas de la cárcel con el objetivo de mejorar el bienestar del personal, la guardería inicialmente no fue usada por los empleados, al parecer reacios a cambiar sus costumbres, contó a la AFP el director de la cárcel, Massimo Parisi. Al final se decidió abrirla al público tras el pedido inesperado y entusiasta de los vecinos de la cárcel. “Fue una sorpresa para nosotros. Las familias de los barrios cercanos reaccionaron de manera muy positiva y comenzaron a traer a sus hijos aquí”, contó Parisi. “Se superaban así muchos prejuicios, porque, obviamente, es algo bastante novedoso llevar a los propios hijos a la cárcel”, reconoció.
La llegada de los niños de los vecinos generó un efecto positivo y el personal de Bollate empezó a traer también a sus hijos pequeños. Desde diciembre de 2016, la prisión abrió una nueva sección para dar cabida a los niños que viven con las reclusas en las celdas, todos de menos de tres años, los cuales también pueden ir a la guardería. “Mezclar a los niños, sin distinción, resultó una idea original y lanza un mensaje maravilloso sobre la integración y sobre cómo derribar muros”, sostiene Parisi.
La guardería, además, invita a expertos para organizar actividades relacionadas con la naturaleza y los animales, gracias a que cuenta con grandes jardines y zona de juegos.
La mañana en la que la AFP visitó el jardín infantil, los niños más pequeños jugaban con un perro, mientras que otro grupo descubría el mundo de los caballos. Federica Ridolfi, madre de uno de los chicos que reside cerca a la prisión, confesó que al principio tenía dudas pero “pronto desaparecieron cuando visitó el edificio y el jardín infantil y comprendió el valor del proyecto”.
