Sentado en una silla delante del dispensario de Elafonisos, Panagiotis Aronis, un habitante de esta pequeña isla turística situada en el extremo de la península del Peloponeso, en el sur de Grecia, espera su turno para recibir la segunda dosis de la vacuna.
Grecia se ha esforzado en vacunar a habitantes de decenas de pequeñas islas del mar Egeoy Jónico antes de centrarse en las más grandes, de cara a la apertura oficial de la temporada turística a mediados de mayo. “El cielo está claro, el procedimiento (de vacunación) va bien y con un poco de suerte todos sobreviviremos”, comentó el septuagenario Panagiotis Aronis, mirando el cielo azul de Elafonisos, conocido por sus playas de arena blanca en el mar Egeo.
Una furgoneta que transporta cientos de dosis de la vacuna está frente al dispensario. El vehículo, escoltado por el médico Anargyros Mariolis, encargado de la vacunación en la isla, llegó el pasado viernes por la mañana a bordo del ferry Elafonisos, que conecta la isla con el puerto cercano de Pounta, en Grecia continental.
El programa de vacunación “continúa de manera ejemplar en las islas”, dijo el médico. “Nuestro objetivo es crear un muro de inmunidad para volver cuanto antes a la normalidad”, agregó
Tras terminar la vacunación en el dispensario, acudió a casa de ancianos que no se pueden desplazar.
La alcaldesa de Elafonisos, Efi Liarou, afirmó que “el 70% de la población de la isla estará vacunada a mediados de mayo, lo que constituye una especie de escudo para los habitantes”. “Es una etapa muy importante que garantiza la apertura de la temporada turística y envía un mensaje de optimismo”, subrayó, satisfecha con la “identidad covid-free” de su isla, de 18km2.
Elafonisos acoge anualmente a 200 mil turistas, pero en 2020 hubo muy pocos por la pandemia y la industria turística acusó el golpe. “El ritmo de vacunación en las islas es rápido”, porque el transporte de vacunas es complicado y la operación debe hacerse en muy poco tiempo, explicó Marios Themistokleous, secretario general de la seguridad social, desde la isla de Iraklia, en el Egeo, adonde viajó con el ministro de Sanidad, Vassilis Kikilias.
“Pronto completaremos la vacunación en islas de menos de mil habitantes antes de acelerar la operación en las islas más grandes”, dijo.
La tercera ola de la pandemia golpeó de lleno a Grecia, donde está en vigor un confinamiento acompañado de toque de queda desde noviembre. El país, de 10.7 millones de habitantes, suma casi 10 mil muertos desde el comienzo de la pandemia en marzo de 2020, la mayoría en los últimos meses.
Para prepararse para la temporada turística, de la que depende su economía, como en la mayoría de los países del sur de Europa, Grecia comenzó en abril a abrir progresivamente los comercios no esenciales y los colegios. El 3 de mayo reabrirán las terrazas de las cafeterías y restaurantes.
La aviación civil levantó el lunes pasado la cuarentena obligatoria de siete días para viajeros residentes permanentes de países miembros de la Unión Europea, del espacio Schengen, Reino Unido, Estados Unidos, Israel, Serbia y Emiratos Árabes Unidos. Los visitantes deben presentar un certificado de vacunación o test negativo de menos de 72 horas.
“La identidad covid-free” es un privilegio para nuestra isla, tranquiliza a los turistas después de todo el confinamiento”, dijo Chryssoula Kataga, dueña de un restaurante en el puerto de Elafonissos.
Babis Aronis, que está terminando de renovar su hotel en el puerto, cuenta que “ya comenzaron las llamadas telefónicas para hacer reservas”. “A partir del 14 de mayo todo irá mejor, este verano lo vamos a conseguir”.

