La célebre serie criminal sueca Millenium, creada por Stieg Larsson, que cuenta hoy con seis libros, va a proseguir con otras tres nuevas obras, anunció ayer la editorial sueca Polaris.
Tras la trilogía original de Larsson, convertida en fenómeno mundial de edición hace unos 15 años, una segunda trilogía de libros policiales fue firmada por el autor sueco David Lagercrantz entre 2015 y 2019.
Aún no se conoce el nombre del autor que asegurará la continuación de las aventuras del periodista Mikael Blomkvist y de la hacker Lisbeth Salander.
“Llevar más lejos esta historia profundamente querida es no solamente exaltante, sino también exigente” declaró Jonas Axelsson, director de publicación de Polaris, en un comunicado.
Relevo controversial. La continuación de ‘Millenium’
Esta decisión de dar el relevo al autor David Lagercrantz fue tomada de acuerdo con el hermano y el padre de Larsson, pero con la oposición de la compañera del autor, Eva Gabrielsson. Ella fue excluida de la herencia ya que no estaban casados, lo que le impidió percibir importantes derechos de autor.
El editor, que compró los derechos a la sociedad Moggliden, encargada de la propiedad intelectual de Stieg Larsson, se congratula por dar “una nueva continuación” al “mayor éxito literario de la historia de Suecia.”
Larsson, periodista de investigación especialista en los movimientos de extrema derecha, murió de una crisis cardíaca en 2004 justo después de haber entregado los tres primeros manuscritos.
Nunca conoció, por lo tanto, ni la fortuna ni el éxito de la saga, que vendió, según los últimos informes, más de 100 millones de ejemplares en medio centenar de países.
Axelsson añadió: “estamos muy agradecidos por la confianza brindada por la familia Larsson y haremos nuestro mayor esfuerzo, con el autor adecuado y respeto por los originales, para mantener el brillo de Millenium.”
No se han dado a conocer los detalles financieros.
Más allá de los escenarios cautivantes de cualquier buen thriller nórdico, con sus inevitables secretos de familia, Millenium también es valorada como una apasionante crítica social de la Suecia contemporánea, que va desde las amenazas del progreso tecnológico hasta las de la extrema derecha sobre las libertades, pasando por la violencia contra las mujeres o el rol de los medios de comunicación.
