En la comedia de acción Free Guy, su personaje principal, un cajero de un banco interpretado por Ryan Reynolds, rompe en mil pedazos la frontera entre la ficción y lo real, cuando él descubre que es un personaje que únicamente existe dentro de un popular videojuego. Esta declaración postmoderna de independencia, le permite tomar conciencia de su condición de mera invención digital dentro de Free City y se enfrenta al reto de contrariar los planes de sus creadores.
George Richmond, director de fotografía de Free Guy, explica en una entrevista exclusiva que la película maneja varios niveles. Del videojuego Free City como reproducción más o menos exacta de este plano físico verdadero, luego pasando a un mundo atiborrado, violento, típico del entretenimiento electrónico. “Tratamos de llevar la realidad a una película lo más que pudiéramos. Ryan ofreció una interpretación convincente en ambos planos. Supo traducir todas las ideas que queríamos compartir con los espectadores. En Free Guy, ofrecemos muchas referencias a los videojuegos (como Fornite y la saga Grand Theft Auto), porque queríamos que tuviera la factura de un mundo fantástico”.
Escenario ¿Dónde se desarrolla la trama?
La comedia de acción y ciencia ficción ‘Free Guy’ transita entre el mundo real en una gran ciudad de Estados Unidos y el universo fantástico de un videojuego de acción.
Swen Gillberg, supervisor de efectos especiales de esta película firmada por Shawn Levy (Una noche en el museo 1 y 2), también ofreció pistas sobre el proceso creativo. Para hacerla posible, por ejemplo, “tardamos un año y medio. George es el responsable por el look de la película, trabajamos juntos las imágenes, no siempre es así. Lo que más disfruté fue la libertad que nos permitieron. Como no era una secuela, pudimos explorar todo lo que quisimos”.
“El videojuego donde reside Guy imita a la vida real. “Es curioso, porque muchas de las secuencias de acción que usamos en Free Guy tienen como referencia diversos videojuegos, porque te tienes que ceñir al ritmo y a los elementos de éstos. Los coreógrafos de las escenas de acción y persecución debieron imitar el ritmo y la estética de los videojuegos para poder filmar”, anota Gillberg, quien fue nominado al Óscar por sus efectos especiales en Real Steel (2011).
“Es cuestión de tener una colaboración total, y lo disfrutamos mucho desde el principio. Cuando hice la fotografía, le pasé el material al área de efectos especiales, a cargo de Swen, y después a edición. Nada funciona cuando cada quien trabaja una idea por su cuenta, cuando tenemos algo se lo mostramos al director y a los productores. Ellos nos indican si estamos haciendo bien las cosas o si tenemos que seguir intentándolo. Es una mutua colaboración. Estas películas son complicadas, porque la tecnología se hace cada vez más compleja. Siempre tomando muchas margaritas, pasamos mucho tiempo juntos, socializando y trabajando”, indica Richmond, quien ha hecho la fotografía de largometrajes como Children of Men (2006) y Rocketman (2019).
Armonizar y hacer convincentes los distintos planos de la realidad que plantea esta producción fue un reto mayúsculo, en palabras de Richmond. “Porque eran dos mundos, dos formatos, dos tiros de cámara. Esto implicaba tener varios asistentes de cámara, era hacer diferentes visiones de una misma película. Un formato grande para el mundo del videojuego, y luego usar los elementos de una clásica película dramática. El reto era hacer esta separación desde el uso de la luz. Era usar todas las técnicas posibles para hacer la diferencia entre ambos mundos, que no pareciera que estabas viendo dos películas al mismo tiempo, aunque así fuera. Todo había que hacerlo a través de la luz”.
Actores
Guy gana puntos en el videojuego ayudando a los demás. No quería robar, golpear o atropellar a alguien para obtener un mejor puntaje. “Queríamos más comedia y menos violencia”, anota Swen Gillberg. “Siempre quise hacer una película de calificación R (para verla se requiere el acompañamiento de un padre o un adulto responsable) que los niños pudieran ver. La violencia tenía que estar adecuada para la clasificación de una audiencia general. Hay una fina línea para ver qué tan lejos podíamos llegar. Queríamos que esta película fuera divertida, emocionante, que no tuviera la oscuridad ni la violencia de algunos videojuegos. Deseábamos que los personajes, los actores y la historia brillaran”.
Es cuando entra el elenco de Free Guy. Entre ellos, destaca el actor Joe Keery (el Steve Harrington de la serie Stranger Things), quien encarna a Keys, un experto en videojuegos. “Hice una gran investigación para saber de lo que estaba hablando ante la cámara. Trabajé en la historia que hay detrás del personaje. Fue maravilloso poder construir el arco dramático de Keys. Este desarrollador es como un niño que pone su cuerpo y su alma en el videojuego donde está Guy. Cuando el jefe de la compañía no le dio todo el crédito que se merece quedó bastante decepcionado. Como que pierde mucha de su confianza. Esto termina siendo un gran impulso para el resto de la película, porque si ya estás en el fondo, a qué lugar vas a ir”.
En Free Guy se presenta la inteligencia artificial como algo intrincado que tiene su costado positivo. En cambio, “en algunas películas aparece de manera negativa, como en Terminator II o como que es el responsable del fin del mundo, pero nosotros lo tomamos de una manera más bonita”.
Keery fue a la audición de Free Guy atraído por su argumento. “Me intrigó la trama. Luego me llamó la atención el resto de los actores, como Ryan Reynolds y Jodie Comer. Todo el rodaje fue divertido y rápido. Tengo buenos recuerdos. También quería repetir con Shawn Levy, con quien ya había trabajado en Stranger Things. Es un director muy inteligente. Tengo mucha fe en él”.
Preguntado sobre los posibles pros o contras de la inteligencia artificial, Joe Keery comenta que en lo personal “estaría escéptico, me daría miedo. Es difícil tener control sobre todo eso y habría razones para estar preocupados. Dicho esto, también habría beneficios, como con los temas climáticos, si se pudieran predecir, o buscar soluciones para los daños al medio ambiente. Yo no lo dejaría que fuera de uso libre, deben existir limitaciones porque de lo contrario despertará preocupaciones”.
