Información clasificada, de narcotráfico, crimen organizado o pedofilia. Todo ello se encuentra en la deep web o internet oculta o profunda, como se conoce a aquel costado oscuro del ciberespacio.
Son todos aquellos sitios o contenidos que no son accesibles de forma convencional, ocultos de los motores de los buscadores, explica Lucas Paus, investigador de seguridad de Eset Latinoamérica, especialistas en seguridad informática.
No es sencillo acceder a la deep web, pero muchas personas, usuarios comunes de la red, intentan entrar para explorar ese lado recóndito de la internet, pero también es muy peligroso, advierte Paus.
Es casi seguro que en la deep web el equipo se infecte de algún código malicioso o software espía, poniendo en riesgo la información y seguridad digital del usuario, asegura.
“Hay muchos ciberdelincuentes esperando a que personas con sistemas de protección vulnerables entren a la deep web para intentar sacar provecho robando información, contraseñas, etc. Si no estás preparado, si conoces poco o nada de la deep web, es mejor que no intentes visitar ninguno de sus contenidos”, recomienda el experto, que ha estudiado y compartido datos de seguridad sobre deep web en la página www.welivesecurity.com.
Por ello, Lucas Paus afirma que no todo es malo cuando se habla de la deep web. Gracias a su anonimato, uno de los principales rasgos de sus contenidos, se dan a conocer situaciones que los gobiernos no quieren que salgan a la luz pública, y cita como ejemplos las filtraciones de WikiLeaks o las revelaciones de la red de vigilancia mundial en el caso de Edward Snowden (exanalista de la CIA).
Un estudio reciente de Intelliagg y Darksum sobre la deep web encontró que está compuesta por unos 30 mil sitios, 76% de su material está en idioma inglés y menos de la mitad de los sitios (46%) está siempre el línea.
