El Teatro Pacific pone en sus tablas a partir de hoy el musical Los Inolvidables, una comedia romántica escrita y dirigida por Benjamín Cohen que está situada en el contexto de la Europa nazi, en el que, si bien la gente vive bajo un régimen de terror, algunos de sus habitantes mantienen encendida la llama de la esperanza.
“Vamos a ver todos los acontecimientos que iniciaron la Segunda Guerra Mundial a través de la historia de amor de una pareja joven que lucha por sus sueños, seguir adelante y poder salvar a todas estas personas que han sido reprimidas y posteriormente asesinadas por el régimen dictatorial de la Alemania nazi, que duró entre 1933 y 1945”, explicó Cohen.
En este sentido, el guionista y dramaturgo comparó la obra con la película La Vida Es Bella del italiano Roberto Benigni, que cuenta cómo un hombre judío italiano protege la imaginación de su hijo de los horrores que se vivían en el campo de concentración en el que estaban recluidos.
El musical cuenta además con 18 canciones originales, que forman parte de una obra que brinda momentos en los que el público se puede reír mientras que, por otro lado, se puede conmover con la historia que ve en el escenario.
La coreógrafa de la obra, Melina Samaniego, contó que realizar las prácticas con el uso de mascarillas y aplicar distanciamiento social –que son medidas obligadas durante este contexto de pandemia– fue “muy complicado por motivos de la respiración, además que el distanciamiento va un poco en contra de lo que se está tratando de hacer”.
“Tuvimos que hacerlo con mucha cautela para que nadie se contagiara. Hacer una coreografía inédita para una obra como ésta fue un reto, ya que conllevó un proceso de investigación sobre ese período histórico y, de esta forma, llevar un mensaje poderoso que consiste en abogar porque estos eventos no se vuelvan a repetir”, dijo Samaniego.
A su vez, el coreógrafo Ricardo Moreno elogió la capacidad de Cohen de ser “flexible”, que aporta lo necesario para llevar un proyecto de armonía, además de su humildad respecto a querer compartir el crédito del trabajo que se desarrolla en la escena.
Entretanto, Lissette Condassin, quien interpreta a Hilda, la mamá de la protagonista, recordó un momento jocoso cuando estaba en los ensayos.
“A algunos de los bailarines no los conozco y los conozco de la mitad del rostro para arriba. (...) En estos días, un muchacho se bajó la mascarilla para tomar algo y le saludé y le dije que al fin podía ver su cara. Entonces se echó a reír porque le dije: ‘es la primera vez que te veo la cara, ¡qué bonito eres!’ Es una situación que no viví antes”, relató.
