El padre de Lorelay Bove es un artista contemporáneo: el maestro Quim Bove. Desde que tiene memoria se recuerda junto a sus dos hermanos en casa, en el estudio de su progenitor, viéndolo pintar hora tras hora.
Ambos estaban fascinados de cómo un lienzo en blanco podía cobrar vida con universos coloridos que antes no existían. Se sentían grandes y emocionados porque su papá les dejaba la libertad de usar sus materiales de trabajo para que ellos se divirtieran.
Esta española siempre sintió que pertenecía a una familia especial. Sus adultos nunca los impulsaron al arte como una profesión, pero siempre a su alrededor había obras y visitas de gente imaginativa.
Como millones de niños en el mundo, Lorelay también creció viendo los largometrajes animados del estudio Walt Disney. En particular es fan de Pinocho (1940), Dumbo (1941) y La Bella Durmiente (1959), o sea, la línea clásica de la empresa. “Había algo especial en esas películas que me gustaba mucho”, indicó quien nació en el principado de Andorra en agosto de 1982.
Inició su acercamiento formal cuando de niña pintaba en cuadernos escenas que se parecían a las que veía en la pantalla grande. Por entonces la ayudó mucho que su padre tenía un libro que daba luces de cómo se aprendía a dibujar caricaturas.
Fue un instantáneo flechazo de amor hacia los dibujos animados. Es cuando toma conciencia que había personas que se dedicaban a eso y encima les pagaban. “Quería trabajar en animación, aunque no sabía cómo ni de qué manera”, comentó vía zoom quien tenía 14 años cuando llegó con los suyos a Estados Unidos.
Obtuvo en 2007 su licenciatura en Desarrollo de Personajes para Dibujos Animados en el Instituto para las Artes en California. Su deseo de trabajar para la casa del Ratón Mickey se cumplió en 2009.
Comenzó como pasante de arte en Pixar Animation Studios. Más tarde se trasladó a las filas de la Walt Disney Animation Studios como artista de concepto visual y luego pasó a ser diseñadora de producción para películas animadas como Tiana y el Sapo (2009), Enredados (2010), ¡Rompe Ralph! (2012), Big Hero 6 (2014) y Zootopia (2016).
Piensa que es notable el interés de indagar en los animados aspectos más abarcadores de los seres humanos. “Mostramos diferentes culturas, lo que permite que más gente se sienta representada. El cine, más en esta época de la pandemia donde es más restrictivo viajar, puede llegar a un mayor público”.
Encanto
El más reciente proyecto de Disney en el que colaboró Lorelay Bove es Encanto (2021), dirigida por Jared Bush, Charise Castro Smith y Byron Howard, título que este fin de semana llegó a los cines de Panamá y gira en torno a la familia Madrigal, cuyos miembros tienen dones mágicos que usan para ayudar a los demás. “Trabajo de cerca con el productor de arte. Ambos creamos el arte gráfico, el estilo y el diseño estético de esta película de principio a fin junto a otros artistas de otros departamentos”.
Es una labor paciente y larga. Por ejemplo, acabar Encanto les tomó cuatro años. “Es un trabajo en equipo con otras áreas de la producción. Decidimos los colores de cada secuencia, qué vamos a crear para los personajes en cuanto a su vestuario, cómo serán los lugares donde estarán, sus cabellos, la forma de sus cuerpos, sus expresiones y los momentos que van a experimentar”.
En las primeras etapas son pocos. Mientras avanza el proyecto se llega a convocar a más de 100 creadores que “están trabajando con nosotros al mismo tiempo. Esa cifra va aumentando en la medida de lo que necesitamos en una producción como Encanto. Es cuando entran otros departamentos a lo largo de los 4 años. Después cuando los departamentos van acabando sus responsabilidades volvemos a ser menos personas”.
En el caso de Encanto, que se desarrolla en las montañas mágicas de Colombia, tomaron muchas referencias a través de visitas a distintas zonas de este país sureño y leyendo sobre diversas temáticas, desde arquitectura, antropología hasta gastronomía pasando por sus artesanías hasta obras sobre su flora y fauna. “Fue increíble recibir esa ayuda. Porque en internet puedes encontrar mucha información, pero hay un límite sobre lo que puedes encontrar de un país tan rico como Colombia”.
En el fragor del trabajo no se detiene lo suficiente para darse cuenta de que Encanto, junto a Coco (2017) que ocurre en México, son películas que le brindan a la audiencia global un acercamiento a las bondades de la población latinoamericana.
Confesó que no se paran a preguntarse cómo saldrá la película o cómo la percibirá el público. “Lo que uno quiere, es hacer el mejor trabajo. Cuando sale el tráiler, siento que la película se hace real. Fue emocionante ver las reacciones positivas por Encanto en Colombia y en el resto de América Latina. Entonces me digo: ‘¡wao!, vaya que sí hicimos algo que los espectadores se sentirán relacionados con los personajes. Eso nos llena mucho”.

La familia
Uno de los nortes desde que comenzaron Encanto era mostrar desde la animación las manifestaciones culturales que tienen los que hablamos español y la forma de ser del colombiano y de los latinos en general sobre la importancia de la familia.
“Tenemos más de 14 personajes importantes dentro de la familia Madrigal. Queríamos transmitir que formamos familias donde todos somos diversos y diferentes. La gente dirá: ‘ese se parece a mi primo o a mi hermana’. Cada integrante de los Madrigal tiene una personalidad muy específica. Si quieren pasar un buen rato, reír, llorar y ver algo súper colorido que represente a los latinos vayan a ver Encanto. Va a ser increíble”.
Luego todo va a girar en torno a Mirabel, la única de los Madrigal que al parecer no tiene nada que la haga única. “Todos van a conectar con ella, yo entre ellos. Uno de los mensajes de Encanto es que Mirabel no tendrá poderes, pero acabará salvando a su familia”.
Lorelay también se siente cercana con Pepa Madrigal, quien tiene la capacidad de cambiar el clima según su estado de ánimo, por lo que hay tormentas en el horizonte cuando está enojada o hay un radiante sol de verano si está contenta. “Me identifico con Pepa porque a veces uno no puede controlar las emociones”.



