Los científicos han vinculado una nueva proteína con el mal de Alzheimer -distinta de las proteínas tau y amiloide que constituyen las placas y ovillos que la caracterizan-, un descubrimiento que podría dar lugar a nuevos fármacos y tratamiento para el Alzheimer, la forma más común de demencia.
También explicaría por qué mucha gente tiene placas y ovillos neurofibrilares en el cerebro, pero no exhiben síntomas del mal.
Autopsias de 342 cerebros revelaron que la presencia de la proteína nueva indicaba una probabilidad 10 veces mayor de haber sufrido un deterioro mental.
El estudio fue discutido en la conferencia internacional de la Asociación Alzheimer en Copenhague, donde los investigadores presentaron un nuevo tipo de imágenes del cerebro que muestran ovillos tau en personas vivas por primera vez.
Durante muchos años, el único diagnóstico seguro del Alzheimer solo se podía obtener después de la muerte al buscar la presencia de amiloide y tau en el cerebro.
