La moda, el arte y la cultura que el Festival Macro promueve hasta el próximo sábado en el Casco Antiguo, no solo se siente en cada uno de sus rincones, también se cultiva con los talleres gratuitos que ofrece desde ayer y hasta mañana.
La primera mañana de talleres estuvo marcada por los temas de tendencias sociales, moda y restauración.
“Queremos hacerle un llamado al pueblo panameño de que empiece a reconocer el patrimonio que tiene”, expresó la artista plástica, conservadora y restauradora de bienes muebles Juana A. Quiñones de la Rosa.
La expositora colombiana fue la encargada de inaugurar la sesión de conferencias de ayer, con su exposición sobre “Restauración de patrimonio cultural”.
“Hemos visto que de pronto el pueblo no reconoce los bienes que los identifican como panameños, que merecen que sean valorados y que pasen de generación en generación”, expresó Quiñones.
La expositora explicó a los asistentes el concepto de patrimonio cultural y cómo se desarrolla un proceso de restauración en los bienes que conforman su parte tangible.
En primer lugar se hace un estudio de la obra. Para ello, toma una muestra de la pieza para mirar sus estratos, y si tiene o no intervenciones anteriores y ver los materiales que presenta.
También se hacen exámenes con luz UV para saber si hay microorganismos en la obra o si hay repintes.
En caso de que la obra sea representativa de un lugar, se hace un estudio de las condiciones ambientales y se plantean sugerencias, según la restauradora.
Estos análisis también son importantes al momento de determinar la autenticidad de las cerámicas precolombinas. “En Colombia, como las cerámicas son encontradas por huaquería, muchas veces la gente las modifica para poder venderlas”, dijo Quiñones.
La restauradora opinó que es importante empezar a valorar el patrimonio, desde lo que se tiene en casa, “aunque sea el cuadro que pintó la abuelita”.
tendencias
El segundo taller de la mañana lo dictó la diseñadora panameña Genisse Pierre, quien dio consejos sobre el “Desarrollo de colecciones y pasarelas”.
Sobre el tema, Pierre compartió consejos prácticos para el diseño de una colección.
En primer lugar resaltó la importancia de la investigación, tener una carta de palabras con las que se identifique la colección, cartas de color, texturas y materiales.
Mientras que para una pasarela, es imprescindible la producción de accesorios, peinados y maquillaje, el escenario y la música, para transmitir el concepto.
Finalmente fue el turno de Majo Arévalo, de Chile. La directora de la revista y sitio web Viste La Calle (vistelacalle.com) se encargó de introducir a los presente al coolhunting con “Coolhunting: Moda y tendencia desde la ciudad.
“El concepto, que nació en 1990, se refiere al proceso de identificación y análisis de las tendencias para aplicarlas a los negocios”, explicó.
Los “cazadores de tendencias” son los observadores de lo que pasa en diferentes países y que no solo tiene que ver con moda sino con consumo. Y su trabajo parte de la pregunta de qué cosas están pasando ahora que no pasaban antes, y qué viene después.
Las consultora para las que trabajan los coolhunters pueden proyectar tendencias desde dos años antes, explicó Arévalo.
Una de estas consultoras fue WCN, que tiene presencia en Singapur, París, Nueva York, Buenos Aires y Sao Paulo. La consultora es conocida por haber detectado en 2007 la tendencia dark, que luego se convirtió en una preferencia que ha derivado en libros, películas y otras tendencias oscuras.
Para el proceso de coolhunting es necesario la observación y decodificación de patrones y dentro del proceso creativo se toman en cuenta aspectos como el arte, la cultura, la sociedad y estar abierto a las tendencias de política y economía, según colaboradora de WCN a quien presentó Arévalo durante su conferencia.