Un recorrido por el nuevo Museo de la Mola (Mumo) permitirá conocer la historia, evolución, diseños y técnicas de las piezas tradicionales de los gunas, gracias a la exhibición de 181 molas.

El museo, ubicado en calle 8 del Casco Antiguo, cuenta con cinco espacios o secciones que abarcarán cómo la mola pasa de ser un arte que se expresaba con tatuajes corporales a la tela, la cosmovisión de las artesanas gunas, sus diseños geométricos o laberintos, los estilos figurativos inspirados en elementos como el aire y mar y las molas narrativas, que han plasmado temas tan diversos como el superhéroe Spider-Man, una soda de Coca Cola o la expresidenta Mireya Moscoso.
“El objetivo es que el visitante pueda aprender de la mola, que no la vean solo como un souvenir, que aprecien la mola como lo que es, una expresión de arte”, apunta Javel Altamiranda, directora del Mumo, que funcionará de martes a domingo y será gratis. Su fecha de apertura es el 1 de diciembre.

El recorrido puede tomar entre 30 y 45 minutos, en los que los visitantes podrán tener una experiencia con la tecnología con la que cuenta el museo y al final cada uno podrá confeccionar su propia mola, empleando un sistema especial.
El Mumo, explica Altamiranda, es una iniciativa de la Fundación Alberto Motta y nació de la amistad que tuvieron Alberto Motta (1916-2006) y el mecenas José Félix Llopis (1927-2011), quien sentía fascinación por las molas y las iba adquiriendo, al punto que llegó a reunir más de 500 piezas.
En 2017, durante una visita a un museo de textiles en México, Stanley Motta recordó la colección de molas de Llopis, empezó a buscarlas y así llegó hasta Patricia Llopis, sobrina de José Félix Llopis, y acuerdan compartir las molas en un museo.
Luego, prosigue Altamiranda, suman al proyecto al coleccionista de molas David de Castro para armar la muestra que se presenta en el Mumo, el único espacio en el mundo con una exposición permanente del arte de la mola.


