La presencia de la actriz Angélica Rivera en la campaña de su esposo y presidente electo de México Enrique Peña Nieto fue constante, pero sin protagonismos, discursos o intervenciones.
Nacida el 2 de agosto de 1970, Rivera fue modelo y actriz desde su adolescencia, impulsada por la llamada reina de las telenovelas mexicanas, Verónica Castro, que luego se convertiría en su cuñada. Su primera aparición como modelo fue en un video del astro mexicano Luis Miguel y a fines de la década de 1980 tuvo papeles secundarios en Televisa.
En 1991, con un personaje de “mala” en Alcanzar una estrella II, llamó poderosamente la atención del público e incursionó brevemente en la música.
En 1993 consiguió un papel protagónico en Sueño de amor y, en 1995, se llevó el récord de audiencia en La dueña, que la puso en las portadas de las revistas de farándula, aunque siempre discreta, sin escándalos ni estridencias.
Rivera siempre ha privilegiado su vida familiar. Tras su éxito en 1995, se retiró por un tiempo al nacer su primera hija con el productor José Alberto Castro.
En 2007 hizo su última actuación en Destilando amor, un remake de la colombiana Café con aroma de mujer, en la que ganó su apodo de Gaviota.
