Tenía 8 años cuando el actor mexicano Omar Chaparro leyó por primera vez una tira cómica de Condorito, personaje que nació en 1949 de la mente del dibujante chileno René Ríos Boettiger, Pepo.
Aunque le pareció interesante descubrir a ese bromista que se mete en cada problema, admite que desde chico quedó enamorado de la eterna novia del pájaro que habla: Yayita.
Piensa que el secreto para que Condorito se mantenga vigente en el imaginario de sus millones de lectores, es porque Pepo tuvo la brillante idea de construir “un personaje irreverente, fuera de lo cotidiano y que no sabes con qué nueva locura se va a salir. Porque Condorito es una permanente sorpresa”.
Admite que se parece un poco a la pícara criatura, porque él también es de lo más locuaz y “me aviento a resolver las cosas sin tener un plan perfecto, simplemente me aviento”.
Chaparro le presta la voz al protagonista del cómic en la película Condorito, en la que el popular plumífero y su sobrino Coné experimentan grandes aventuras, entre ellas, sobrevivir tanto a los peligros que rodean a las Catacumbas de la Muerte Segura (ubicadas en la ficticia región de Condortihuacán), como en el espacio exterior.
Condorito, hecha tanto en formato 2D como en 3D, es dirigida por el inglés Alex Orelle y el peruano Eduardo Schuldt. La producción corre por cuenta de Aronnax Animation Studios y la distribución está a cargo de 20th Century Fox.
El presupuesto fue de 8 millones de dólares de presupuesto, una cantidad enorme para cualquier largometraje con personajes de carne y hueso en América Latina, aunque una cifra modesta si se le compara con filmes animados hechos por Pixar o Disney.
UN DÍA EN EL ESTUDIO DE GRABACIÓN
Dar vida a un personaje que tiene una cabeza enorme, viste siempre de camiseta roja y pantalones negros, y es dueño de unos grandes pies de dos dedos, no es tan glamuroso como se pueda pensar.
Si le pregunta al intérprete mexicano Omar Chaparro cómo era un día normal en un estudio de doblaje en una película animada como Condorito, le respondería así: “me sentía muy solo cuando tocaba grabación, porque estaba en una cabina con un micrófono, por completo encerrado, no había nadie allí, solo yo, el personaje y una botella de agua”.
En esas jornadas de creación de personaje, usando solo su voz, “las horas se pasaban muy rápido, porque disfruté mucho darle vida a un personaje como Condorito”, comenta Chaparro.
Por eso, no duda en manifestar que “si se quieren divertir en el cine, pasar una bonita tarde, recordar y sentir añoranza de lo que fue Condorito cuando ustedes eran chicos y hacerlo de una manera familiar, no dejen ver esta película”.
RETO
Omar Chaparro decidió aceptar el reto de participar de esta producción animada porque era algo distinto dentro de su carrera artística.
“Siempre voy a donde no estoy cómodo para probarme en las cosas difíciles, porque es la única forma de crecer y como actor es padre explorar otras ramas que no sean solo hacer comedia ante las cámaras o en la radio. El doblaje ha sido una gran escuela para mí. Me siento muy cómodo haciendo esto”, declara convencido.
De todo lo que grabó, admite que su mayor dificultad no fue pronunciar parlamentos clásicos del cómic chileno como “exijo una explicación” o “reflauta”, sino cuando tenía que gritar como lo haría Condorito, “porque debí repetir muchas veces esas escenas, porque no siempre es fácil ubicar la voz en esa clase de situaciones y porque corres el riesgo de desgastar la garganta”.
Los principales obstáculos que sorteó fue comunicarse con la audiencia con una voz “que no brinque demasiado, para que el público no se sorprenda mucho, porque recordemos que Condorito nunca tuvo voz, hasta ahora”.
Por eso, si hacía una voz “demasiado rara podría chocarle al espectador que tiene su propia voz de Condorito en su imaginación y en su cabeza. De allí que usé una voz neutra que fuera acorde a la personalidad de Condorito”.
Para adquirir la voz indicada buscó la manera de construir “una voz apajarrada, un poco aguda, como si fuera una especie de perico con algo de ave cóndor”.
Estaba convencido de que esa era la voz indicada, “aunque cuando llegué al estudio de grabación me dijeron que solo querían la voz de Omar Chaparro. Entonces me enfoqué en hacer mi voz, aunque al mismo tiempo fuera real, honesta y verdadera”.
PERSONAJES
Omar Chaparro comenta que uno de los beneficios de participar en la película Condorito fue tener de compañeros de reparto a colegas suyos como el chileno Cristian de la Fuente, quien da vida al insoportable de Pepe Cortisona; a la colombiana Jessica Cediel, quien encarna a la guapa Yayita; al peruano Mathías Brivio que habla por Fonola, y el argentino Jey Mammon, quien hace las veces del alienígena Molosco.
“Fue un gusto conocerlos a todos. Son buenos amigos y muy talentosos. Creo que quedaron como anillo al dedo sus intervenciones en sus respectivos personajes”.
Entre estos personajes creados por el dibujante René Ríos Boettiger, y sin olvidar a otros concebidos por Pepo como Huevo Duro, Tremebunda, el compadre Chuma y Fonola, hay uno a quien mira siempre a cierta distancia.
¿Adivinen de quién se trata? Sí, el alto y musculoso Pepe Cortisona, quien intenta en todo momento quedarse con el amor de Yayita.
Preguntado acerca de si se había encontrado en la vida real con alguien parecido a Pepe Cortisona, el odioso y vanidoso enemigo de Condorito, responde: “uy, sí, muchas veces. Todos tenemos un amigo como Cortisona, y si no tienes un amigo así o a un conocido, quiere decir que tú mismo eres Cortinosa y no te has dado cuenta”. ¡Plop!