El papa Francisco llamó ayer en Bagdad a “luchar contra la corrupción” y los abusos de poder, y pidió que “callen las armas” y cese la “violencia”, los “extremismos” y las “intolerancias”, al inicio de su histórica visita a Irak.
“Hay que construir la justicia, hacer crecer la honestidad, la transparencia y reforzar las instituciones”, manifestó. “Basta de violencia, de extremismos, de facciones, de intolerancias”, también clamó en este país, uno de los más corruptos del mundo y desgarrado desde hace 40 años por la violencia.
El pontífice de 84 años, que aterrizó en Bagdad ayer por la tarde, es el primer papa en viajar a Irak, un “apreciado huésped”, en palabras de su presidente, Barham Saleh, que lo recibió en su palacio.
Francisco calificó de “cuna de la civilización” a Irak en la primera jornada de su viaje.
El líder de la Iglesia católica también abogó ante las autoridades iraquíes porque “nadie sea considerado como un ciudadano de segunda clase”, en un país musulmán donde los cristianos ya sólo representan el 1% de sus 40 millones de habitantes.
“Es indispensable asegurar la participación de todos los grupos políticos, sociales y religiosos, y garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos”, agregó el pontífice argentino.
Asimismo, denunció la barbarie perpetrada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en 2014 contra la minoría yazidí, donde miles de mujeres fueron convertidas en esclavas sexuales.
“No puedo dejar de recordar a los yazidíes, víctimas inocentes de una barbarie insensata y deshumana, perseguidos y asesinados a causa de sus creencias religiosas, cuya propia identidad y supervivencia se han puesto en peligro”, dijo, en su discurso ante las autoridades iraquíes.
Mañana, el Papa participará en una oración en Ur, al sur de Irak, tierra de nacimiento de Abraham, pilar de las tres religiones monoteístas, junto a responsables yazidíes, sunitas, chiitas y sabeos.
“La visita del Papa a Mosul y Qaraqosh, ciudades arrasadas por los crímenes del Estado Islámico, serán “instantes profundos” para los cristianos de Irak, dijo Karim Khan, responsable de una misión de la ONU que intenta aclarar las circunstancias de las matanzas de minorías en el país. Para él, el viaje de Francisco envía un “mensaje de unión, paz y coexistencia” entre las comunidades de Irak.

