Este templo no preside la Acrópolis de Atenas, sino la ciudad alemana de Kassel. Sus columnas no son de mármol, sino de libros prohibidos en el pasado en algún lugar del mundo, todo un alegato de la argentina Marta Minujín contra la censura.
“El Partenón de los Libros”, una instalación artística monumental, se perfila como la principal atracción de Documenta, la prestigiosa cita de arte contemporáneo que se celebra cada cinco años desde 1955 en Kassel.
La obra de la artista plástica argentina reina en una de las principales plazas de esta ciudad del centro de Alemania. Minujín, una rubia platino, de 74 años, y emblema del pop art en Sudamérica, la considera su creación “más política”.
Cuando faltan unos días para la apertura de Documenta, prevista para el sábado, un equipo de cooperantes, equipados con cascos, se ha puesto manos a la obra delante del frontón del templo efímero.
A la sombra de un olivo plantado en una maceta, un ejemplar de la novela El primer círculo, del disidente soviético Aleksandr Solzhenitsyn, espera su turno. En unos minutos una grúa lo sube a lo alto de una de las 46 columnas de este Partenón constituido por una armadura metálica tapizada de libros. Junto a la novela del escritor ruso destacan libros como la Biblia, El gran Gatsby, Los versos satánicos, Las aventuras de Tom Sawyer o Sherlock Holmes.
La lista de obras otrora censuradas parece un inventario. Todos los libros se meten en una funda de plástico para protegerlos de las caprichosas inclemencias del tiempo.
Luego los fijan a la armadura que reproduce la obra maestra arquitectónica del siglo V antes de Cristo.
“Tiene exactamente la misma dimensión que el Partenón: 70 metros de largo por 31 metros de ancho y 10 metros de alto”, explica a la AFP uno de los comisarios de la muestra, Pierre Bal-Blanc.
