Gracias a los avances científicos para la salud, hoy se cuenta con fármacos capaces de curar padecimientos y otros que tratan y controlan enfermedades crónicas -hipertensión, diabetes, artritis, etc-, es decir, aquellas con las que el paciente vivirá para siempre.
Son las enfermedades crónicas las principales causas de mortalidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque estos males pueden controlarse con la oportuna administración de fármacos adecuados, solo un grupo de pacientes toma sus medicamentos de forma continua, o sea que cumple con el tratamiento de acuerdo con la dosificación del programa prescrito y con la debida persistencia.
Solo un promedio del 50% de pacientes con enfermedades crónicas en países desarrollados sigue su tratamiento; en naciones en vías de desarrollo se estima que la tasa es inferior.
Esta poca persistencia al tratamiento de las enfermedades crónicas es considerada un problema de salud pública, según el informe “Adherencia a los tratamientos a largo plazo. Pruebas para la acción”, de la OMS.
Si una persona con enfermedad crónica es tenaz al tomar su medicamento, notará un “antes” y un “después”, afirma la farmacéutica Enma Pinzón, vicepresidenta de la Fundación de Artritis Reumatoide de Panamá. “La única alternativa para controlar y evitar el avance de este mal y los estragos que le pueda hacer a futuro, es cumpliendo con el tratamiento prescrito”, agrega la especialista.
Este mes se presentó en España un estudio que encontró que la intervención del farmacéutico mejora la toma oportuna de los fármacos en pacientes con enfermedades crónicas y adultos mayores. El hallazgo forma parte del programa “Adhiérete” del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Madrid, España.
En caso de que un fármaco no le funcione al paciente, debe acudir al médico para que le prescriba otro, indica Pinzón. “Si el fármaco no le funcionó, no debe pensar que perdió la batalla ni debe dejar de ir al médico; al contrario, debe decirlo para que le busque otro medicamento que lo controle”.
El concepto de quedarse en una silla de ruedas o cama por padecer una enfermedad crónica no tiene razón de ser si existen los fármacos. “Se debe superar esa conformidad, con el fin de buscar lo mejor para el paciente”.