La idea de que el consumo de azúcar en dulces, chocolates u otras presentaciones vuelve a los niños hiperactivos se ha escuchado por años, pero ¿será una percepción o una realidad?
Hay diversas investigaciones sobre este tema, pero aquellas con una base científica más sólida demuestran que no hay evidencia para asociar el dulce a esa condición.
Uno de los trabajos más recientes en este tema es el de los investigadores de la Universidad de Los Ángeles, Estados Unidos, quienes hallaron que los genes de uno de los padres fomentaba más esa condición que algún alimento.
Incluso, los investigadores señalan la “urgencia de desmitificar el azúcar como el responsable de esa condición”.
En esa misma línea, los responsables de otro estudio desarrollado por el Instituto Estadounidense de Salud Mental dijeron que no pudieron mostrar que el azúcar afecta la conducta.
“La satanización de los alimentos sigue siendo un camino errado para controlar algunas condiciones patológicas”, señala el pediatra endocrinólogo Enrique Medina.
Por otro lado, el galeno aconseja que si sospecha que su pequeño es hiperactivo, lo primero que tiene que hacer es ir donde un experto para que este lo confirme o lo descarte.
Cuando esto ocurre es un error empezar a eliminar bocados del alimento de los hijos, ya que puede traer consecuencias a la salud, apunta el especialista.
“Saltarse a los expertos es propiciar las condiciones para que se den otros males como desnutrición, fatiga e incluso puede afectar el crecimiento del niño”, explica Medina.
Y como ya se ha dicho, recalca el doctor, no hay bases científicas de que algún alimento cause hiperactividad.
