Pulido Ritter: Un Viaje Transatlántico

Pulido Ritter: Un Viaje Transatlántico
Luis Pulido Ritter.


Pasados los fastos del Bicentenario, quedan la reflexión y la acción. Pero la mirada del ciudadano, cansada y hasta viciada, requiere una renovación del modo de pensar, del modo de mirar nuestra circunstancia. Y es a esa necesidad tan urgente a la que responde uno de nuestros más lúcidos pensadores contemporáneos, el escritor Luis Pulido Ritter, (Panamá, 1961), en su magnífico ensayo Un Viaje Transatlántico: América, África y Europa (“negatividades en relación” en la crítica del eurocentrismo en la modernidad), que ganó el Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró en 2020.

El autor plantea su ensayo como un viaje, cuya geografía es el mundo Atlántico, cuyos escenarios principales son América, África y Europa. Y es elocuente que en ningún momento se nos plantea un destino. Pulido Ritter traza una ruta cuyo principal beneficio es el hecho mismo del viaje. Este no es un ensayo para los que quieren “llegar”, es un ensayo para los que quieren ir “hacia”, y en el proceso, se los garantizo, los sucesivos hallazgos culturales son de un altísimo valor por una extraordinaria razón: producen movimiento del pensar, del mirar, del reflexionar. Este “artefacto” que nos ha construido el autor, actúa directamente sobre el astigmatismo y la miopía de nuestra comprensión de la Historia en general y de la panameña en particular, traspasadas siempre por un eurocentrismo muchas veces imperceptible, pero de consecuencias muy concretas, como se demuestra en el ensayo.

“Para ello”, nos dice el autor, “propongo aquí el concepto crítico y relacional “negatividades en relación”, porque me parece que ayuda a evitar un falso universalismo, acomodaticio y acrítico”, con cuya formulación identifica Pulido Ritter, “elaboraciones filosóficas, literarias y artísticas que, independientemente del espacio y del tiempo donde se articulen, entren no sólo en un diálogo crítico, sino en crítica y oposición a la normalidad, la positividad, de lo que significó la modernidad…” (p. 26 y 27).

Un Viaje Transatlántico…, arranca con una introducción que plantea el concepto “negatividades en relación”, que el autor desarrolla desde una amplísima bibliografía, desde unas profundas e inteligentes lecturas (leer no es solo acumular lo leído, es conectar, reelaborar para interpretar) que abarcan lo clásico del pensamiento europeo y latinoamericano y cruza, con gran maestría, pensamientos en apariencia tan lejanos como los de Martí o Nietzsche para iluminar, de forma original y práctica, nuestros conceptos de “el Otro”, de raza, religión, Estado, Cultura, pensamiento crítico, racismo, modernidad o el de Panamá. Hacia donde nos lleva este viaje no es simplemente a un ejercicio meramente intelectual: vamos en este viaje hacia un cambio de comprensión de lo positivo hegemónico, que es lo cómodo de la historia que nos han dibujado, y cómo no hemos reparado en las propias barreras que nos hemos impuesto entre panameños desde el principio.

Cuatro capítulos componen el ensayo, que son cuatro perspectivas del problema que se plantea, y que pueden leerse en el orden que mejor convenga al viajero: “Negatividades transatlánticas en relación”, “Intertextualidades y críticas civilizatorias”, “Negatividades periféricas en la narración” (un texto sugerente, no sólo desde el contexto histórico, sino sobre todo en su contexto narrativo, que plantea posibilidades creativas), y “Negatividad artística transatlántica”, donde Luis Pulido Ritter aborda la trayectoria del gran artista panameño Humberto Vélez, dejándonos ver el fondo involuntario del mismo, su alteridad en la ejecución de su arte, y su gran propuesta, la “estética de la colaboración”, aspectos todos ellos que, sometidos a un análisis bajo la perspectiva de las “negatividades en relación”, arrojan como resultado una propuesta artística que cuestiona lo positivo establecido e ilustra cómo aquel mundo Atlántico sigue vigente y requiere una mirada renovada.

Un Viaje Transatlántico: América, África y Europa (“negatividades en relación” en la crítica del eurocentrismo en la modernidad), viene a dotar nuestra perspectiva de una herramienta crítica que aspira a que, nuestra vida republicana, centenaria y bicentenaria (aquí cabe un análisis de nuestra relación con Colombia), sea sometida por cada uno de nosotros a un análisis que cuestione cómo la hemos construido y cómo la vamos a seguir construyendo. Porque si una cosa podemos concluir, al final de la lectura de este apasionante ensayo es que, si no reconstruimos correctamente nuestra concepción del otro, terminaremos por destruirnos a nosotros mismos.


LAS MÁS LEÍDAS