Sin un buen malhechor haciendo de las suyas, las historias que plantean un duelo entre el bien y el mal no tienen equilibrio ni mayores emociones.
En eso están de acuerdo simpatizantes del género de superhéhores.
El antagonista es un elemento clave para que una historia logre el efecto de emocionar, anota Alberto Rivera, coordinador de grupos aficionados a la cultura popular como Lego Fans Panamá, Mi tierra media y Transformes Panamá.
Un buen villano debe ayudar a definir a un mejor superhéroe, apunta Rolando Urriola, fundador de La Triada 507, sitio en Facebook enfocado en los cómics, el cine y la cultura popular.
Urriola prosigue: “El hombre más fuerte del mundo (Superman) tiene a su más grande rival en el hombre más inteligente del planeta (Lex Luthor). El mejor detective y estratega de Ciudad Gótica (Batman) se enfrenta al villano mas caótico que existe (Joker). Los X-Men juran proteger a la humanidad de toda amenaza para probar que al ser mutantes no son peligrosos, y para ello se enfrentan a un mutante fundamentalista que cree en la supremacía de su especie (Magneto)”.
“En resumen, las historias más populares y los héroes más conocidos siempre han enfrentado villanos que, incluso, los hacen dudar de sus propios principios y los llevan a los límites; sin un buen villano no habría una buena historia de héroes”, comparte Urriola.
El Joker de la producción Batman: The Dark Knight (2008), del director Christopher Nolan, es uno de los mejores ejemplos recientes en materia del séptimo arte, destaca Rivera.
ANTECEDENTES
Ya desde 1959, cuando Suicide Squad debutó en su formato original de los tebeos, la figura de los villanos era reivindicada con un espacio propio, detalla Urriola.
Personajes como Magneto, Deadpool, Harley Quinn, Deathstroke y Kingpin, entre otros, han sido protagonistas de sus propios cómics, indica Rolando Urriola, y gracias a sus actos muchos de ellos han mostrando una ambigüedad que los hace tanto malos como buenos en recuperación.
“Son historias en las que algunas de las cosas malas que hacen pueden evitar daños peores a los que ellos mismos causarían y otras historias buscan profundizar más en sus pasados, para conocer la razón por la cual son villanos”, argumenta el voraz consumidor se cómics.
Otro ejemplo es el Baron Zemo, villano que apareció recientemente en Capitan America Civil War, de los cineastas Anthony y Joe Russo.
Urriola comparte el caso: “uno de los arcos más populares del personaje se dio en la década de 1990, en historias en las que los héroes habían desaparecido y se les dio por muertos. Entonces Zemo reúne a un grupo de villanos que se hacen llamar Thunderbolts y se hacen pasar por héroes para ganar popularidad y luego aprovecharse de esa condición para sus fines villanescos, pero resultó que a varios villanos les gustó eso de ser héroes y el plan de Zemo se vino abajo, demostrando así que de alguna manera ciertos villanos pueden encontrar la redención”.
Un ejemplo de ese ejercicio de conocer el porqué un villano se convierte en uno está en la película animada Batman: La broma asesina (2016), de Sam Liu.
SIMPATÍA LOCAL
¿Qué tanto gustan en Panamá los chicos malos de las historias de ficción?
Mucho, responde por su lado Susana de Alarcón, integrante del comité organizador del Héroes Fest Panamá, un evento enfocado en los protagonistas de historietas y películas.
Durante la primera edición de la actividad en 2014, se sentía que hacía falta algo, reconoce de Alarcón. Eran los villanos, se contestó después, pues sus figuras no estaban incluidas dentro de las atracciones.
Entonces, en 2015, en su segunda versión, el Héroes Fest contó con una “Zona Oscura” con atracciones alusivas a emblemáticos malvados como Darth Vader, Sauron, Depredador, Elien, Davy Jones, el Joker y el Acertijo.
Fue un rotundo éxito, apunta de Alarcón y por ello para el tercer Héroes Fest (se llevará a cabo el 20 y 21 de agosto en el Centro de Convenciones de la Ciudad del Saber) la “Zona Oscura” regresará.







