Varias decenas de los sin techo llegaron ayer “emocionados” a los Museos Vaticanos invitados por el limosnero de la Santa Sede, Konrad Krajewski, quien ofreció a 150 personas sin hogar de Roma la posibilidad de visitar la Capilla Sixtina.
Los visitantes fueron saludados por el papa Francisco en la Capilla con los frescos de Miguel Ángel, y acompañado solo de un mayordomo, les dio la bienvenida con estas palabras: “Esta es la casa de todos, vuestra casa. Las puertas están abiertas siempre para todos”.
A continuación, el pontífice estrechó la mano de algunos de sus invitados y, después de pedirles que rezaran por él, les bendijo y se entretuvo con ellos durante unos 20 minutos, según explicó la oficina de prensa del Vaticano.
“Estoy muy emocionado, es la primera vez que voy a entrar en los Museos Vaticanos”, dijo Pino, sin techo de 60 años, a su llegada al Vaticano, un momento de una “ilusión importantísima” al que seguirá una cena.
Explicó a los medios de comunicación que fue Krajewski quien le entregó personalmente la invitación el martes por la tarde, un gesto que Pino consideró“un buen regalo por parte del Papa y de Krajewski”, que aportaron “calor” en su vida.
La iniciativa, impulsada por la Limosnería del Vaticano para los más pobres, se suma a la apertura de duchas y una barbería que abrieron las puertas para los sin techo el pasado febrero, a fin de que puedan mantener unas condiciones de higiene saludables.

