La conservación y vigilancia en la ciudadela inca Machu Picchu, joya del turismo en Perú, se reforzó por temor a robos arqueológicos aprovechando la ausencia de turistas por el cierre de fronteras y la cuarentena nacional impuesta como parte de la emergencia ante el nuevo coronavirus.
Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco desde 1983, la joya turística peruana está cerrada desde hace casi dos meses, cuando se inició la emergencia sanitaria y el confinamiento nacional.

