Una expedición de investigadores se ha propuesto acabar con el misterio que rodea la desaparición de la aviadora más famosa de EU, Amelia Earhart, de la que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se ha declarado admiradora.
Clinton recuerda que en su adolescencia, cuando empezó a interesarse por historias de mujeres excepcionales, su madre le habló de esta aviadora que dejó boquiabierto al país en los años treinta y desapareció de forma enigmática en medio del Pacífico.
En un momento en que EU necesitaba estrellas para abstraerse de la dura recesión, la aviadora Earhart se perfiló como uno de los rostros más famosos en los años 30. Cruzó sola en 1932 el Atlántico en un tiempo récord -14 horas y 56 minutos- y consiguió en 1935 aterrizar en California tras despegar de Hawaii.
Fue la primera persona en sobrevivir a la ruta aérea Hawaii-California, pero el espíritu de superación de la aviadora convivía necesariamente con el riesgo y, en 1937, su avión desapareció sin dejar rastro en el Pacífico, cerca del meridiano 180, que marca el cambio de día.
Tres cuartos de siglo después todavía se desconocen las circunstancias de su muerte, que las enciclopedias consideran “desaparición”. Ahora los investigadores creen haber encontrado indicios para reconstruir el último vuelo de Earhart.
La principal prueba es una fotografía tomada el mismo año de la desaparición por un soldado británico en una isla remota de la zona, en territorio nacional de Kiribati. Los expertos perciben en la instantánea partes de un avión que sobresalen del agua.
El investigador Ric Gillepsie aseguró que lo que se ve en la imagen “tiene todos los elementos del tren de aterrizaje de un Lockheed Electra”, que es el modelo con el que voló la aviadora.
