Canadá ordenó a los barcos de grandes dimensiones –cargueros y cruceros– reducir su velocidad al pasar por el golfo de San Lorenzo, al este del país, para proteger a las ballenas negras.
“Para frenar la muerte de ballenas”, el gobierno decidió imponer de forma inmediata “un límite temporal de velocidad a los buques de 20 metros o más (...) a 10 nudos náuticos cuando atraviesen el oeste del golfo de San Lorenzo”. Los barcos deberán aminorar casi a la mitad la velocidad hasta ahora permitida.
La ballena negra es una de las especies de cetáceos más amenazada del mundo. Quedan unos 500 ejemplares en los océanos. Desde la primavera boreal, una docena de ballenas han aparecido muertas, han sido remolcadas o han quedado encalladas en este golfo o en la costa noreste de Estados Unidos. La mayoría se enredó en cables o redes de pescar, o tenía signos de haber chocado contra cargueros. En julio, las autoridades prohibieron la pesca en varias zonas del golfo.
“Nos incumbe a todos velar por la protección de nuestros recursos marítimos para las futuras generaciones y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para frenar la muerte de las ballenas”, dijo el ministro de Transporte, Marc Garneau.
Las autoridades tendrán vigilancia aérea y guardacostas para hacer cumplir la norma, e impondrán multas de hasta 19 mil 500 dólares.