Podría parecer meshuga —loco— montar un musical en una lengua que la mayoría del público no va entender, pero Tevye el lechero y su familia hablarán yiddish en una producción off-Broadway de El violinista en el tejado, dirigida por el ganador de premios Óscar y Tony Joel Grey.
Ayer comenzaron las funciones de preestreno de esta puesta, la primera estadounidense de El violinista en el idioma que se supone habrían hablado sus personajes.
“Siempre supe de qué se trataba esta obra y así tuve la jutzpa (audacia) de abordarlo”, dijo Grey durante un ensayo en el National Yiddish Theatre Folksbiene, ubicado en el Museo de la Herencia Judía en Manhattan. “Trabajamos las escenas primero en inglés para que todos entendieran a los personajes y la tercera o cuarta vez lo hicimos en yiddish, y seguimos así”.
Habrá subtítulos en inglés y ruso para quienes no sepan el idioma. Basada en historias de Sholom Aleichem escritas en yiddish, El violinista se desarrolla en 1905 en un pueblo judío en la Rusia zarista. Una versión en yiddish traducida por el escritor Shraga Friedman como Fidler afn Dakh se presentó en Israel en 1966, pero nunca se había montado en Estados Unidos.
En la versión yiddish, la canción If I Were a Rich Man (Si yo fuera rico) se convierte en Ven ikh bin a Rotschild, por una historia de Aleichem sobre un hombre que se imagina como miembro de la acaudalada familia Rothschild. La nueva producción muestra cómo las décadas de trabajo para preservar el yiddish, emprendidas por organizaciones como Folksbiene (que significa escenario del mundo en yiddish), han rendido resultados. “Por más de una generación hemos tenido una explosión de arte y cultura contemporánea yiddish creada por músicos, poetas, dramaturgos, académicos y escritores que han estudiado el idioma y su historia, así como su volumen increíble de literatura moderna y música ecléctica”, dijo Alisa Solomon, autora de Wonder of Wonders: A Cultural History of Fiddler on the Roof (2013).

