En Nimes (Francia) están los orígenes de la mezclilla, que es empleada en la confección de esos pantalones tan cómodos que reciben distinta denominación, según dónde se presenten: yin, bluyín, vaquero, pantalón de mesclilla, mahones o tejanos. El tejido se remonta al siglo XVII y se empleó al inicio en la confección de velas para barcos, lonas, toldos y tiendas de campaña. Surgió entonces el yin (del inglés jean). Era una prenda de trabajo (en faenas rudas de la minería y el campo), como ya lo fue en nuestro país la pollera. El asunto toma cuerpo a partir de la década de los años 50 del siglo anterior cuando se impone como prenda juvenil y es un artículo de protesta frente al conformismo. Una provocación. Quién lo diría. Si fue Francia la creadora del tejido mezclilla (denim, en galo), fue en EU donde surgió el primer yin. Un comerciante de San Francisco, Óscar Levi Strauss, confeccionó en 1853 esos pantalones a base de las lonas usadas para fabricar tiendas de campaña. Una caracterización fue los remaches de cobre.
Asquear. Es la impresión desagradable ocasionada por algo repugnante. En sentido literal, puede ser con la ingesta de un medicamento. En sentido figurado, es aquello que causa desagrado extremo. Es incorrecto ‘asquiar’. (Esa propaganda asquea).
Ignominia. Afrenta pública. ‘Ignominioso’, adjetivo, es aquello que es causa de ignominia. (Esa decisión es una ignominia).
Concordancia. Con frecuencia el número del verbo no se corresponde con el sujeto. ‘Se ha cumplido los acuerdos’; ‘Son gente que no va a estudiar’. En el primer caso, el sujeto ‘los acuerdos’ está en plural y así debe expresarse el verbo. Lo correcto. ‘Se han cumplido los acuerdos’. En la otra oración, el verbo está en plural, mientras el sujeto está en singular. Lo correcto: ‘Es gente que no va a estudiar’.
Persona. Individuo de la especie humana. Varón o mujer. En forma viciosa y frecuente, a este sustantivo femenino se le hacen acompañar aditivos o complementos en masculino. Veamos: ‘Las personas corrieron alarmados’. Lo correcto: ‘Las personas corrieron alarmadas’. Esta es la sintonía gramatical. No importa que esas personas sean de ambos sexos o solo de uno de ellos.
Granado, graneado. En pronunciación y en significado se parecen, pero son diferentes estos adjetivos. ‘Granado’ procede del verbo ‘granar’, que se refiere a una planta, como espigas. Es aquello que produce el grano. ‘Granado’ se usa para representar lo notable, ilustre, juicioso. ‘Graneado’ es participio de ‘granear’, que es esparcir en un terreno la semilla o el grano. El adjetivo 'graneado' es aquello salpicado de pintas o aquello que se esparce en forma amplia.