La cita –de Ebrahim Asvat– es parte de una reflexión que, sobre el poder, hiciera hace poco para un portal de internet, quien ha sido elegido por el presidente de Panamá, Martín Torrijos, como jefe de una nueva oficina adscrita a la Presidencia de la República: la Secretaría Ejecutiva de Metas Presidenciales.
Así, quien iniciara su vida pública haciéndose miembro de la Democracia Cristiana –hoy Partido Popular (PP)– en 1984 porque “era el partido político que con más intensidad e integridad combatía la dictadura militar”, forma hoy parte del proyecto “Patria Nueva”. Paradojas de la vida, ya que se trata del gobierno que preside el hijo de Omar Torrijos Herrera, líder máximo del régimen militar que Asvat decidiera combatir a mediados de la década de los 80.
“No se le puede achacar a Martín Torrijos los errores del padre y creo que Martín va a tratar de generar su propia historia”, afirmó Asvat ante la ineludible pregunta sobre su participación en un gobierno liderado por el Partido Revolucionario democrático (PRD).
“Martín representa una nueva generación de panameños en la política y yo siempre he sentido que es un hombre bien intencionado”, recalcó.
Al parecer, la admiración es mutua. Nadie puede decir que Asvat llega a la novedosa e importante posición como consecuencia de los repartos típicos del pastel político. Con la poca cantidad de votos que aportara el PP al triunfo de Torrijos, la designación de Asvat tiene otra lectura.
“Siempre me dijo que quería tenerme cerca”, fue la explicación que diera Asvat sobre el enigma que en más de uno provocó que Torrijos lo eligiera para ser una especie de “conciencia del gobierno”.
Tanto ha calado la importancia del cargo y del trabajo que desempeñará Asvat, que cada vez que le preguntan al popular gerente del Instituto Panameño de Turismo, Rubén Blades, sobre su futuro como miembro del gabinete de Torrijos asegura: “a mí, como a todos, nos está midiendo Asvat y si no sirvo, me botan...”.





