Franklin Vergara: tierras, ganado y playa

Franklin Vergara: tierras, ganado y playa


El exministro de Salud Franklin Vergara (2009-2012) se sumó a la creciente lista de funcionarios del gobierno de Ricardo Martinelli que salieron del servicio público con millones en el bolsillo.

Y ello es más que curioso, teniendo en cuenta que al llegar a la administración parte de su salario como médico estaba embargado, hecho este que omitió en la declaración de bienes patrimoniales que presentó tras ser nombrado jefe de la cartera de Salud en 2009.

En efecto, en su declaración jurada de bienes patrimoniales Vergara omitió revelar ser dueño de una cuota parte de una finca ubicada en el corregimiento de Río Hato, provincia de Coclé, la cual fue secuestrada en 2007 por Inversiones Legajes, S.A., que además embargó el 15% del excedente del salario mínimo de sus ingresos. Cuatro meses después de ser ministro, Vergara llegó a un acuerdo extrajudicial con la sociedad.

Y las cosas fueron mejorando. A tal punto que después de tener secuestrado parte de sus ingresos, en tan solo 33 meses en el cargo su patrimonio aumentó 700 mil dólares –a un pasmoso ritmo de 21 mil dólares mensuales en promedio–, respecto los bienes declarados tras ser nombrado ministro.

Al menos, eso afirmó en entrevista con La Prensa, en la que admitió que su hijo mayor –Víctor Vergara Muñoz– influyó en nombramientos clave en el Ministerio de Salud (Minsa).

Uno de ellos fue en la Dirección de Proyectos Especiales –responsable de una millonaria licitación de hospitales–, puesto para el que recomendó a Napoleón De Bernard, cocinero de profesión, que es parte del círculo de amigos de los hijos del expresidente Ricardo Martinelli, incluyendo al exsecretario privado de este, Adolfo Chichi De Obarrio, a quien De Bernard le decoró y organizó su ostentosa boda en 2013.



Su antiguo jefe, el extitular de Salud, es dueño de unas 400 cabezas de ganado que tienen un valor comercial de unos 300 mil dólares, según la declaración de bienes patrimoniales que hizo en la Notaría Cuarta de Circuito de Panamá, en agosto de 2012, cuando salió del gobierno.

Ello supondría que el valor de su hato ganadero aumentó 134 mil dólares respecto a la declaración que hizo en julio de 2009, cuando indicó que tenía ganado valorado en 165 mil dólares.

Vergara es suscriptor de la sociedad Hacienda Las Colinas, que en 2012 compró en medio millón de dólares una casa de playa en el complejo turístico Vista Mar Golf & Beach Resort. El exfuncionario se desvinculó de ese inmueble, porque alega que él no es el dueño, sino de su entorno familiar, es decir, sus hijos (Víctor, Franklin y Eduardo) y de su esposa, Nimia Muñoz de Vergara.

“No tengo ninguna finca ni un metro a nombre mío ... No tengo propiedades de ninguna naturaleza...”, subrayó. Lo único que admitió Vergara es que su esposa y él contribuyeron con parte del abono de la casa playera al “regalarles” a sus hijos 35 mil dólares.

De acuerdo con información del Registro Público, para comprar esa propiedad se abonaron 262 mil 800 dólares “a entera satisfacción” del vendedor que, en este caso, fue el Grupo Shahani.

Ello haría suponer que los hijos del exministro –dos profesionales y un estudiante– habrían abonado en un solo pago 227 mil 800 dólares (ver facsímil). En otras palabras, sus hijos habrían pagado el equivalente al dinero que él acumuló en salarios como ministro durante los 33 meses que dirigió el Minsa: unos 250 mil dólares, sin incluir las deducciones de ley.

 

El resto del costo de la residencia –un cuarto de millón de dólares– fue financiado por un banco en un plazo de cinco años renovables, mediante pagos mensuales de mil 800 dólares.

FINCAS, JOYAS Y ROLEX

A pesar de que el extitular de Salud aseguró que no tiene propiedades, una simple revisión a su declaración de bienes patrimoniales del año 2012 revela lo contrario.

En el documento –que reposa en la Notaría Cuarta de Circuito de Panamá– incluyó varias fincas que hoy están a nombre de su esposa e hijos, contrastando con la casa de playa y las lujosas propiedades que adquirió su hijo mayor en el último quinquenio (ver nota mañana).

Por ejemplo, declaró que tiene tres fincas –dos en la provincia de Los Santos y una en Chepo– valoradas en más de un millón de dólares.

Una de esas fincas tiene una extensión de 400 hectáreas. Curiosamente, fue titulada durante el primer año de gobierno de Martinelli. Por ese terreno, Vergara pagó a la Reforma Agraria únicamente mil 176 dólares.

Pero cinco años después, declaró bajo juramento que su valor es de 500 mil dólares (ver nota relacionada).

Además, Vergara reconoció ser dueño de la finca 16023, ubicada en Las Tablas, provincia de Los Santos. La propiedad tiene un valor comercial actualizado de 606 mil dólares, según su declaración patrimonial. Lo curioso es que está a nombre de su esposa.

El exfuncionario también declaró tener una finca de 45 hectáreas en el corregimiento de Flores, distrito de Tonosí (Los Santos), por valor de 150 mil dólares. Esa propiedad también aparece inscrita en el Registro Público a nombre de sus tres hijos, luego de que en 2004 se las donara.

Igualmente declaró poseer un reloj Rolex, de 4 mil 500 dólares; un Cartier, de 9 mil dólares; un Maurice Lacroix, de 3 mil 500; un Movado, de 5 mil dólares; joyas por 30 mil dólares y ahorros en el Banco Nacional de Panamá con un saldo de más de 30 mil dólares.

En 2009 tenía deudas que saldar por 142 mil dólares, y en los 33 meses que estuvo en el gobierno abonó 48 mil dólares, quedando un remanente de 94 mil dólares. Una de esas deudas es con la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Profesionales.

En el documento incluyó que tiene acciones por un valor de mil dólares en el Club Deportivo Español y 7 mil 500 dólares en acciones en City Club Panamá.

ALQUILER Y OMISIÓN

Vergara declaró en 2012 ser dueño de una residencia en El Bosque, valorada en 125 mil dólares. Dijo que tras salir del gobierno, la vendió en 250 mil dólares a través de un corredor de bienes raíces, con lo cual canceló una hipoteca de 50 mil dólares.

“Actualmente resido en un apartamento alquilado en Costa del Este. Lo usamos solo 3 a 4 días a la semana, y estoy muy cerca de mis nietos. El alquiler lo sufragamos mi esposa y yo”, dijo Vergara en diciembre pasado, al tiempo que indicó que evalúa opciones para comprar una nueva vivienda. 

Exministro, nuevo terrateniente

Tan  solo cuatro meses después de que el hoy  expresidente Ricardo Martinelli iniciara su mandato, el entonces titular de Salud  Franklin Vergara  fue beneficiado  con la adjudicación de dos globos de tierras baldías, con una extensión  de 200 hectáreas en el distrito de Chepo. 

Por esos terrenos, Vergara pagó a la Nación únicamente 6 dólares la hectárea, o un centésimo por cada 19 metros.  En total, desembolsó apenas mil 176 dólares, es decir, el valor mínimo que la ley permite para las tierras que adjudica la extinta Reforma Agraria, hoy Autoridad Nacional de Administración de Tierras. 

Pero ahora, con la declaración patrimonial que hizo Vergara, cada hectárea tiene un valor de 2 mil 500 dólares. El 30 de marzo de 2010, Vergara se desvinculó de esta finca y la donó por partes iguales (33.3%) a sus tres hijos: Víctor, Franklin y Eduardo Vergara Muñoz.

A pesar de ello, ese terreno fue incluido en su declaración patrimonial, a diferencia de otras propiedades en las que figuran sus hijos y sobre las que dijo tajantemente: “No tengo nada que ver”. 

Otras fincas que incluyó Vergara en su declaración jurada de bienes patrimoniales, a pesar de que hace años las cedió a sus hijos, son las que se identifican con los  números 18073 y 18028.  Ambas están ubicadas en el corregimiento de  Flores, distrito de Tonosí, en Los Santos, con una superficie de 51 hectáreas. 

Estas fincas fueron hipotecadas por la suma de 300 mil dólares para garantizar un contrato de línea de crédito y un préstamo agropecuario con el Global Bank.  El responsable de la transacción fue Víctor Vergara Muñoz –el hijo del exministro–, quien también incluyó otras cinco fincas hipotecadas para obtener estas facilidades crediticias.

Curiosamente, varias de esas  fincas –que actuaron como respaldo de dicho préstamo– fueron compradas por el entorno familiar del extitular de Salud a precios irrisorios. Las fincas fueron adquiridas justamente cuando Franklin Vergara fungía como ministro.

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