NUEVA YORK, EU. Al ponchar a Chris Parmelee y conseguir el salvamento 602 de su carrera, las cámaras inmediatamente se fueron con el protagonista, Mariano Rivera. Sin embargo, luego de mostrar el emotivo rostro del panameño, muchas cámaras buscaron las reacciones del campocorto Derek Jeter y del receptor Jorge Posada.
Y es que estos tres jugadores, junto al ya retirado Andy Pettitte, fueron llamados a las Grandes Ligas en 1995, por lo que, según ellos mismos cuentan, más que compañeros, son hermanos.
El puertorriqueño Jorge Posada dio prueba de esto luego de un largo abrazo con el panameño, a quien después empujó hacia la lomita para que recibiera los aplausos de las 40 mil almas que estaban en el Yankee Stadium.
“Lo empujé porque era su momento, y él tenía que tenerlo”, dijo el veterano receptor. “Cuando me le acerqué, le dije lo que siempre le digo: eres el mejor, estoy muy orgulloso de ti”, agregó Posada, mientras la visible emotividad le quebraba la voz.
“Este ha sido un momento muy importante para el béisbol. Estoy seguro de que nadie llegará ni cerca a esta cifra”, dijo el jugador. “Él ha sido un hombre muy especial para esta organización, y que haya logrado este récord en esta temporada demuestra una vez más lo bueno que es.
Estoy seguro de que puede lanzar por al menos tres campañas más”.
Además, el puertorriqueño explicó la importancia que ha tenido Rivera para los Yankees desde que llegó al equipo grande. “Nosotros no hubiéramos podido ganar muchos juegos en postemporada ni las Series Mundiales que tenemos si no hubiera sido por Mariano”, puntualizó.
