Diez mujeres con sus respectivas historias bordadas con sangre, desesperación y lágrimas. Una serie de encuentros con verdades que duelen por ser cotidianas y cercanas a cualquier ser humano, no importa el sexo o la condición social o económica a la que pertenece.
Un puñado de amarguras, soledades e incomprensiones de damas que han tenido que sobrevivir a la cordura y se han dado cuenta de que, a veces, la locura es la mayor de las lucideces y la sin razón es un refugio seguro ante tanta maldad.
Son seres humanos que han encontrado minas puestas por sus propios padres, maridos, novios o cualquiera que les ha prometido que las quieren o que las van a proteger.
Marcela Serrano nos desvela en esta novela el universo interno y externo de unas mujeres que sufren en sus mentes y en sus cuerpos, que no pidieron estar enfermas sino que las circunstancias las llevaron a sentirse perdidas, desorientadas y han terminado refugiadas en un sanatorio donde tratan de coserles las heridas que tienen en el corazón, en la memoria y en el cerebro.
Tratan de continuar, a pesar de que les hayan fallado, caen más de una vez porque no están preparadas para enfrentar sus problemas solas y buscan la manera de incorporarse porque confían en que pueden hacerlo. Todas encuentran paz y bienestar en la compañía y confianza de una terapeuta que las entiende en sus pesares, porque ella misma carga con sus propias tristezas.
Esta profesional las invita a compartir sus fisuras, pues hablar en voz alta sobre lo que hace daño puede colaborar a comprenderlo, y es posible que otros aprendan a evadir esa piedra que las condujo a la caída. Serrano vuelve al terreno que mejor conoce, narrar historias femeninas, duras y valientes.
