Hay mucho en juego. Los choques de la pandemia Covid-19 en salud pública, empleo y control de la inflación, entre otros, han puesto de relieve la importancia de adaptar políticas, ejecutar programas interinstitucionales y trabajar eficazmente en equipo –mejor y más rápido–, y a menudo con presupuestos más ajustados. Panamá no ha sido ajeno a esta realidad y el descontento ha sido evidente en las calles. Resolver estos desafíos es una tarea titánica, incluso para funcionarios bienintencionados y entidades públicas con misiones bien definidas.
En situaciones tan exigentes como las actuales lo ideal sería que el sector público respondiera y fuera ágil. Las metodologías Agile pueden transformar la forma en que un gobierno planifica, opera y ofrece sus productos y servicios. Es posible adaptar los principios y las prácticas Agile a cada nivel del gobierno para superar las dinámicas que pueden dificultar el cambio. De hecho, porque cada nivel de una organización gubernamental –el gobierno central, sus agencias y sus equipos– tiene roles y prioridades diferentes, los principios centrales más efectivos de Agile también serán diferentes para cada uno. Para los líderes del sector público el beneficio de adaptar las formas de trabajar Agile a objetivos específicos podrían ser una mayor productividad y la capacidad de brindar mejores servicios para los ciudadanos.
En comparación con las empresas del sector privado, los gobiernos pueden parecer monolíticos y complejos. Metodologías Agile aplicadas recientemente en el sector privado puede ayudar a aumentar tanto el desempeño como la salud organizacional. Una investigación reciente de McKinsey reveló que el 70% de las organizaciones Agile se ubican en el cuartil superior de salud organizacional, lo que constituye un fuerte indicador del retorno total de los accionistas, equivalente a niveles de satisfacción de los ciudadanos en el sector público. Según la experiencia global de McKinsey la aplicación de algunas herramientas Agile puede tener un impacto significativo en la productividad del gobierno. Las metodologías Agile pueden ayudar a los gobiernos centrales a priorizar proyectos estratégicos.
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