BERLÍN, Alemania. (ANSA) —Un cepillo para el pelo podría develar la verdad sobre Eva Braun: la joven compañera de Adolf Hitler, casada con el Führer el día anterior al suicidio de la pareja en el bunker de Berlín, sobre su origen judío.
Se trata de la casa en la que Eva Braun transcurrió la mayor parte del tiempo, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945): el nido “romántico” en el que la novia y posterior esposa probó transmitir una imagen idílica de la vida privada del dictador nazi, el hombre que en nombre de una irreductible ideología racista se hizo responsable del exterminio de seis millones de judíos.
En Alemania, numerosos asquenazis se convirtieron al cristianismo en el siglo siglo XIX.
Según los autores de la investigación, para confirmar 100% esta hipótesis se debería paragonar el ADN de Braun con el de sus dos descendientes aún vivos, que hasta el momento rechazan someterse al test.
Eva Braun (1912-1945) transcurrió junto a Adolf Hitler los últimos 14 años de su breve vida.
Asquenazí es el nombre dado a los judíos de origen europeo que se asentaron en la Europa central y oriental, principalmente en Alemania, Polonia, Ucrania, Rumania, Rusia y otros países de Europa Oriental. El nombre proviene porque esa zona de Europa —que hoy incluye a Alemania— era llamada precisamente por los judíos medievales “Askenaz”, después de la invasión romana de Jerusalén, bajo el reinado de Tito Flavio Vespasiano (70 d.C). Son los descendientes de las comunidades judías medievales establecidas a lo largo del Rin, desde Alsacia, al sur, hasta Renania, en el norte. Asquenazí o judío asquenazí significa literalmente judío alemán.

